SOCIEDAD
› PSICOSIS EN LAS ESCUELAS PRIVADAS POR LOS RUMORES SOBRE SECUESTROS
El terror de mandar al nene al colegio
Las versiones sobre supuestos secuestros de chicos a la salida de clases generaron una ola de paranoia en las escuelas. Los directivos mandan notas a los padres, contratan seguridad, eliminan excursiones. Y cada vez más alumnos van con custodios al colegio.
› Por Mariana Carbajal
Al exclusivo colegio San Andrés, de la localidad bonaerense de Victoria, cada vez más alumnos llegan y se retiran acompañados por guardaespaldas. A partir de esta semana, en el Froebel, uno de los más caros de la zona sur de la ciudad de Buenos Aires, se exige a los remiseros que habitualmente buscan estudiantes que se identifiquen a través de su DNI o cédula. El lunes, en el jardín de infantes Dailan Kifki, de Belgrano, solicitaron a la comisaría de la zona un agente para vigilar la puerta y pidieron a los padres que en lugar de dejar a sus hijos en la entrada del edificio, los escolten hasta las salas. En algunas escuelas privadas autorizaron a los chicos a ir sin el uniforme reglamentario para pasar desapercibidos en la calle; en otras, suspendieron las excursiones. En la gran mayoría, reforzaron la seguridad. El motivo: la psicosis desatada en los últimos días por versiones periodísticas –que resultaron falsas– sobre el crecimiento de secuestros express de chicos a la salida de colegios privados de Capital Federal y el conurbano.
La alarma corrió de boca en boca por todos los colegios, tras una serie de informaciones vertidas en las últimas semanas en el programa televisivo que conduce Daniel Hadad. Aunque los supuestos casos de secuestros de alumnos de clase media y media alta difundidos fueron desmentidos, el temor se extendió. “Hay una cierta psicosis. Pero lo cierto es que no se ha podido confirmar que se haya secuestrado algún chico. Incluso, la semana pasada circuló la versión de que había sido secuestrado un micro cargado de alumnos, pero el hecho nunca fue confirmado”, señaló a Página/12 Hugo Graffi, director del Argentina School y presidente de la Asociación de Instituciones de Enseñanza Privada (Adidep), entidad que agrupa a colegios privados laicos de la Capital Federal.
El único caso concreto ocurrió el lunes 6 de mayo en Villa Lugano, cuando una estudiante del Macnab Bernal de los hermanos maristas, de 13 años, fue mantenida cautiva durante seis días, hasta que su padre -propietario de una distribuidora de vinos– pagó un rescate de 120.000 pesos. “Desconocemos con qué intenciones Hadad está magnificando este tema. Pero no hemos tenido ni amenazas ni secuestros. Pareciera que alguien está interesado en vender servicios de seguridad a las escuelas. Estamos esperando que nos los vengan a ofrecer para saber cuál es la punta de este ovillo”, advirtió Perpetuo Lentijo, secretario general de la Asociación de Entidades Educativas Privadas de Argentina (Adepra), a la que pertenecen unos ochocientos colegios del área metropolitana. “Salvo algún caso aislado, no se han registrado secuestros de menores de edad. Pero estamos trabajando para esclarecer las noticias difundidas por los medios”, señaló el comisario Carlos Sablich, a cargo de la división Delitos Complejos de la Policía Federal, que interviene en este tipo de hechos. Un informe de la SIDE, al que tuvo acceso este diario, niega también que haya habido casos que no se hayan denunciado en la policía.
La paranoia, sin embargo, está instalada, y en los últimos días, a pedido de los padres o por iniciativa propia, los colegios han implementado distintas medidas para reforzar la seguridad de los chicos, y les han dado recomendaciones puntuales para manejarse en la calle, como no caminar por el cordón de la vereda y dirigirse directo a sus domicilios después de clases. El lunes, los padres de los chiquitos que concurren al jardín Dailan Kifki, de Belgrano, exigieron que se colocara un policía en la puerta. Para mayor control, las autoridades educativas les pidieron que acompañaran a sus hijos hasta el aula, en lugar de dejarlos ingresar solos por la entrada del edificio.
Esta semana, el Froebel, del barrio de Constitución, al que concurren varios hijos de políticos y empresarios, envió una nota a los padres donde comunica que el establecimiento es custodiado por tres empresas de seguridad y que a partir de ahora los remiseros que se encarguen del traslado de alumnos deberán exhibir su documento para que se puedachequear su identidad. Para extremar los controles a la salida y a la entrada a clase, el colegio Las Cumbres, ubicado en Guido al 1800, Barrio Norte, contrató dos efectivos del servicio de policía adicional de la comisaría 17ª. En el jardín Manantiales, de Palermo, decidieron suspender las excursiones y paseos educativos.
Según confirmó Graffi, en algunas escuelas privadas resolvieron permitir a los chicos que vayan sin el uniforme reglamentario para que pasen desapercibidos en la calle. “Se acordó también que el personal de seguridad de cada colegio esté muy atento a qué pasa a la salida. Se aconsejó a los padres que no se queden conversando en la puerta mientras sus hijos juegan a su alrededor, como ocurre habitualmente. Además, los chicos no se pueden retirar si no es con sus padres o con quienes ellos hayan autorizado expresamente”, precisó el titular de Adidep.
El caso más extremo, quizás, sea el del exclusivo colegio San Andrés, en la localidad de Victoria, al norte del conurbano. Históricamente ha tenido algunos alumnos, hijos de empresarios potentados, que llegaban y se retiraban del establecimiento acompañados por guardaespaldas. Pero era un seguimiento discreto, a distancia, muy sutil, que en la puerta del colegio casi no se percibía. Hoy, por la fuerte paranoia que hay por los secuestros, muchos chicos que no tenían, tienen custodia y los que traían un guardaespalda vienen con dos y hasta tres en el auto y no se les despegan ni un segundo.
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