Ocho personas resultaron heridas con traumatismos, una de ellas con una fractura, cuando ayer por la mañana se desplomó el ascensor en el que viajaban en los Tribunales de San Isidro. Otros cuatro ocupantes resultaron ilesos. El ascensor se precipitó en caída libre nueve niveles cuando se desprendió del cable que lo sujetaba, desde el séptimo piso en el que se encontraba hasta el segundo subsuelo del edificio. Al llegar al suelo, el impacto produjo un fuerte estruendo. Como consecuencia, ocho de sus once ocupantes –siete hombres y una mujer, según informó el jefe de guardia del Hospital Central de San Isidro, Alejandro Bazán– sufrieron traumatismos, entre ellos un joven de 21 años, que se fracturó un tobillo. “Desde el año 2000 hicimos reiteradas denuncias ante la Corte Suprema de Justicia bonaerense para lograr que se mejore el funcionamiento de todos los elevadores, pero nunca obtuvimos respuesta”, dijo Adrián Murcho, secretario del Colegio de Abogados de San Isidro. Ante la falta de respuesta de las autoridades, en 2002 presentaron un recurso de amparo para obligar a la Corte a reparar los ascensores, pero el propio organismo “fue juez y parte y desestimó la acción”. Por su parte, el abogado Roberto Espósito, quien iba en el ascensor accidentado, fue explícito. “No nos matamos de casualidad”, remató.