En la ciudad de Buenos Aires, los varones de hasta 29 años que no tienen empleo son la mitad que el año pasado. Es que el índice de desocupación en esa franja de la población cayó del 17,5 por ciento en el segundo trimestre de 2004 al 9 por ciento en el mismo período de este año. Para las mujeres de la misma edad, en cambio, la situación apenas mejoró: se redujo del 23 al 21,2 por ciento. En toda la ciudad, la tasa de desempleo es de 9,6. En ese contexto, de los 11 mil jóvenes que se inscribieron en el programa Empleo Joven, el 25 por ciento consiguió alguna clase de trabajo.
Para el subsecretario de Producción del gobierno porteño, Gustavo Svarzman, la razón por la que los varones consiguen trabajo más fácilmente es que “los puestos de trabajo que se están generando en el ámbito porteño son en sectores como la construcción, la industria y el transporte, en los que la mayoría de trabajadores son hombres”. Al mismo tiempo, en rubros como la educación pública y la administración, donde la participación femenina es tradicionalmente mayor, la demanda creció en menor proporción.
La directora de Empleo y Capacitación de la Ciudad, Verónica Gómez, suma motivos estructurales: “Hay que considerar que siempre a la hora de elegir a quién darle trabajo, los empleadores prefieren a los hombres”, dijo. Uno de los motivos: la obligación que tienen las empresas de otorgar a las mujeres licencia por maternidad. “La instauración de una licencia por paternidad podría ayudar a igualar las cosas entre los géneros”, indicó.
En este contexto, el programa Empleo Joven plantea ayudar a encontrar trabajo a quienes tienen entre 16 y 26 años y no finalizaron el secundario. Desde 2004, la iniciativa de la Secretaría de Producción capacitó a unos 11 mil chicos, quienes recibieron una beca mensual de 200 pesos durante los cuatro meses que duraron los cursos. Allí aprendieron técnicas de panadería, construcción, administración y cuidado de adultos mayores, entre otros rubros.