Un alud de lodo y piedras bloqueó el jueves un tramo de la vía férrea hacia la ciudadela incaica de Machu Picchu, al sudeste de Perú, y dejó aislados a cerca de 2 mil turistas, en su mayoría extranjeros, en una situación que podría ser normalizada recién el sábado. El deslizamiento se produjo durante la madrugada y afectó unos 500 metros de la línea del ferrocarril, que quedó sumergida en ciertas partes bajo 2 metros de agua, informó una fuente de Perú Rail, empresa que controla el servicio de trenes a Machu Picchu.
El servicio ferroviario quedó paralizado, lo que provocó que 1750 turistas –en su mayoría estadounidenses y europeos– quedaran aislados en Machu Picchu sin poder retornar a Cuzco, antigua capital del imperio de los incas. De igual modo, otros 1800 turistas no pudieron embarcarse de Cuzco hacia la ciudadela.
El aluvión se produjo por el deshielo de una parte del nevado Verónica (5850 metros de altura) afectando la vía férrea, terrenos agrícolas y sistemas de riego y agua potable, dijo Joel Zamalloa del estatal sistema de Defensa Civil. El alud no provocó daños personales.
Los trabajos de restablecimiento de la vía del ferrocarril demorarán al menos dos días, según estimaciones de la Defensa Civil y de Perú Rail, que aseguraron sin embargo que la prioridad es establecer un pequeño camino para permitir la evacuación de los turistas.
El deshielo parcial del nevado originó la crecida del río Yuracmayo, que luego sufrió un desembalse, originando el aluvión que a su paso destruyó un puente carrozable en la localidad de Chilca. El alcalde de Ollantaytambo, David Canales, pidió que se establezca un puente aéreo para superar el aislamiento en que han quedado su pueblo y caseríos vecinos. Las avalanchas constituyen un peligro latente en la región donde se ubica Machu Picchu.