El titular de la comisaría 8ª de Tres de Febrero, Juan Carlos Furnus, fue detenido por orden del fiscal de San Martín, Héctor Scebba, acusado de haber asesinado de un escopetazo en el cuello al hincha de Estudiantes de Buenos Aires, Mauro Daniel Suárez, de 28 años, en un hecho ocurrido el sábado en cercanías de la cancha de Almagro, en José Ingenieros. El fiscal lo indagará hoy por el delito de “homicidio agravado por abuso de autoridad”, que prevé penas de hasta reclusión perpetua. Furnus debía declarar ayer, pero pidió postergar la indagatoria para hoy.
Según los investigadores, la muerte de Suárez se produjo de forma instantánea y la sospecha es que el jefe policial disparó con su escopeta Itaka reglamentaria una perdigonada de plomo a 50 centímetros de distancia del cuello de Suárez. “Fue un fusilamiento”, dijo uno de los investigadores judiciales.
“Los testigos identificaron, además, al policía Furnus como el autor del disparo que mató al hincha”, aseguró una fuente judicial. La detención del comisario, quien fue pasado a disponibilidad preventiva por el Ministerio de Seguridad bonaerense, se logró gracias a la declaración de siete testigos presenciales, entre ellos un menor de 11 años. Los testimonios coincidieron en señalar la culpabilidad del comisario.
El episodio comenzó cerca de las 18.30 del sábado. Cuando ya había terminado el partido entre Almagro y Atlético de Rafaela, por la Primera B Nacional, mientras el público se retiraba y la mayoría de los periodistas aguardaba novedades en torno de la continuidad de Jorge Ginarte como entrenador del equipo santafesino, tres micros con hinchas de Estudiantes de Buenos Aires pasaron por la esquina del estadio de Almagro, club con el que mantienen una rivalidad barrial en el fútbol de ascenso. Los micros volvían de la Isla Maciel, donde el equipo de Caseros había jugado contra San Telmo un partido de la B Metropolitana, una categoría inferior a la B Nacional.
La Policía Federal había acompañado a los micros durante su tránsito por la Capital, pero quedaron sin custodia apenas reingresaron en la provincia por la avenida Francisco Beiró, y lo hicieron cruzando José Ingenieros. A dos cuadras de la cancha rompieron una gomería y tiraron unas vallas. Al pasar por la esquina de la cancha, los hinchas descendieron en esa zona y comenzaron a provocar disturbios. Incluso rompieron vehículos estacionados de dirigentes y de futbolistas y móviles de televisión.
Finalmente, los hinchas de Estudiantes chocaron contra los pesados portones de chapa de ingreso a las tribunas locales, impidiendo que ingresaran al mismo, lo que habría tenido impredecibles consecuencias.
Durante los incidentes, la esposa y dos hijos del delantero de Almagro Carlos Alberto Yaqué quedaron involuntariamente en medio del enfrentamiento de los hinchas de Estudiantes y media docena de policías que permanecían en el lugar.
Los efectivos policiales lograron el refuerzo de otros agentes de distintas seccionales de San Martín, ya que como Almagro-Rafaela no fue considerado un partido de alto riesgo el personal policial afectado no era numeroso. Por eso, varios patrulleros de las comisarías de Tres de Febrero llegaron al lugar para imponer el orden y se produjeron corridas.
Los hinchas de Estudiantes intentaron regresar a sus micros para escapar y el micro en el que viajaba Suárez se había puesto en marcha. “Furnus y otros policías pararon el micro y comenzaron a romper los vidrios con las armas –relató el vocero de la fiscalía de San Martín, Hernán Suazo–. El chofer abrió la puerta, y Furnus y sus acompañantes subieron y comenzaron a agredir a los hinchas. Suárez reaccionó y pidió que dejaran de pegarles. Furnus le acercó la escopeta y le disparó a una distancia inferior a los 50 centímetros de su cuello, con cartuchos de caza.”