La paciencia no se cuenta entre una de sus virtudes. El domingo por la noche llegó a la rotisería Buen Apetito, en el barrio porteño de Villa Soldati, con la intención de pedir comida y que se la llevaran hasta su casa. Pero al enterarse de que el servicio de delivery estaba suspendido por ser el Día de la Madre, le estalló la furia: sacó un arma y disparó cinco veces contra el dueño del comercio, quien fue internado en el Hospital Fernández, con una herida de bala. El impaciente fue detenido ayer por la policía.
La casa de comidas, ubicada en la avenida Fernández de la Cruz 2994, estaba trabajando como en sus mejores días. Tanta actividad llevó a los dueños a suspender la entrega a domicilio. Nunca imaginaron que el perjuicio podía ser tan grande. Cerca de las 22, entró un posible comprador con cierto apuro. Según testigos, el hombre vive en el barrio y habría salido hace poco tiempo de la cárcel. Aunque los dueños del comercio nunca lo habían visto antes. “Como lo vimos mal, le dijimos que no hacíamos el delivery y salió rezongando”, relató Cristina, la esposa de la víctima. Entonces, el comerciante, de 52 años, lo acompañó hasta la vereda. Allí se provocó el reclamo con los cinco balazos, uno de los cuales hirió al comerciante cerca de los riñones, por lo que continúa internado con pronóstico reservado.
No está claro cuán apresurado estaba cuando el supuesto autor de los disparos fue detenido por la policía ayer a la tarde. Lo que sí confirmaron fuentes de la investigación es que llegaron hasta él por el relato de los testigos, que iba armado, que se apoda Cachito y que al momento de aprehenderlo salía con una mujer de un hotel alojamiento de Villa Soldati.