La Justicia de Córdoba dio por terminado el célebre caso del loro Paquito, cuya tenencia se disputaba un matrimonio separado. José Aparicio había denunciado a su ex, Carina Navarro, por “robo agravado por la participación de un menor”. El menor en cuestión es la hija de ambos, de siete años, que “extrañaba mucho” al de las plumas verdes. Ayer, el juez de Control Carlos Lescano ordenó el sobreseimiento definitivo de la mujer. Decidió que Paquito se quedara con el hombre, aunque concedió un “régimen de visitas” para la nena, afectada junto al loro por la desavenencia conyugal. En el caso intervino la fiscal Jorgelina Gutiez, quien atribuyó la propiedad del loro hablador chaqueño a Aparicio. El hombre se lo había llevado a su nueva vivienda tras el divorcio, a fines de 2003. Pero Navarro, aludiendo “problemas psicológicos” de la nena, que había quedado con ella, fue a la casa nueva del hombre cuando no estaba y salió pájaro en mano. La felicidad duró pocos días. Tuvo que devolverlo por orden de la Justicia. La fiscal imputó a Navarro el presunto delito de robo “agravado”, porque cuando se llevó a Paquito estaba junto a su hija. Pero la mujer sostuvo que vivieron con la mascota “durante diez años”, por lo que consentía el extrañamiento de la nena.