Lun 24.10.2005

SOCIEDAD  › DEJO OCHO MUERTOS Y 71 MIL REFUGIADOS A SU PASO POR MEXICO

Wilma no perdona y apunta a Florida

El huracán azotó la costa mexicana de Cancún y Cozumel. Tras su paso, se registraron saqueos. Enviaron tropas para mantener el orden. Anoche, Wilma enfilaba hacia las tierras del little brother Jeb Bush. La tormenta Alpha golpeaba Cuba.

› Por Tim Gaynor *
Desde México

Los saqueadores se paseaban por las calles de la zona turística mexicana de la península de Yucatán, mientras los vientos furiosos, la marejada y la continua lluvia del huracán Wilma dejaba pueblos aislados y ciudades con agua hasta las rodillas y llenas de desechos. Unas 71 mil personas, incluidos los turistas, debieron albergarse en refugios provisorios. La tremenda tormenta juntó fuerzas anoche y viró hacia las zonas costeras bajas de la Florida.
Los hoteles lujosos de Cancún, en la franja de la ribera maya, quedaron aislados desde el viernes por el huracán, cuando enormes volúmenes de mar avanzaron sobre el continente provocando la muerte a ocho personas, tumbando palmeras y líneas de energía, y derrumbando edificios de la popular franja costera que atrae a millones de turistas por año. Cuatro personas murieron cerca de Cozumel, la conocida isla caribeña dedicada al buceo. Cerca de Playa del Carmen, en el continente, se desataron los saqueos por parte de habitantes que vaciaban los negocios ya devastados por la tormenta, llevándose heladeras, bicicletas y televisores.
Turistas golpeados y cansados emergieron en las calles de Cancún el domingo temprano después de tres noches de estar atrapados en la oscuridad de los refugios, como testigos de un panorama desolador, con las cabinas de teléfono retorcidas, las paradas de colectivos destrozadas y los lobbies de los hoteles inundados y destruidos. “Parece una zona de guerra acá afuera,” le dijo el turista británico Thomas Hall a la agencia de noticias Reuters mientras hacía la cola, junto a un grupo de organizadores de vacaciones, para llamar a su familia a su casa, luego de pasar el fin de semana en un refugio improvisado en el teatro del centro.
El presidente mexicano Vicente Fox se dirigió a la región azotada ayer, mientras que el ejército mexicano se preparaba para realizar operaciones de ayuda y para restaurar el orden en las comunidades saqueadas y destruidas por la tormenta, la última fatal en una temporada de huracanes record que continuará hasta el fin del mes que viene. Al tiempo que México enfrenta una operación de reconstrucción que podría costar billones de dólares, Wilma giraba al norte sobre la península de Yucatán el sábado a la noche, ganando velocidad mientras se dirigía a la costa de Florida. El director del centro de huracanes estadounidense, Max Mayfield, predijo que la tormenta “se incrementaría como un cohete” en aguas abiertas, cerrando la brecha sobre el Caribe a 32 kilómetros por hora para tocar tierra en Florida el lunes a la mañana.
La categoría 2 del huracán se unió a la tormenta tropical Alpha, que se dirigía a República Dominicana este fin de semana. Ayer afectó con violencia a Cuba, que tuvo que evacuar a unas 637 mil personas. La nueva tormenta es la número 22 de esta temporada de huracanes que rompió records. Lleva el nombre de una letra griega luego de haber utilizado todas las letras del alfabeto romano durante la actual temporada, que superó el peor record de 1933. Las autoridades ordenaron la evacuación de alrededor de 160 mil personas a lo largo de la costa de Florida, que se encuentra en alerta máxima. Entre ellos está toda la población de la zona baja de los Cayos de Florida, que es particularmente vulnerable a la esperada marea de hasta casi cuatro metros de altura.
Las lluvias periféricas de Wilma derramaron casi 13 centímetros de agua en el área de Fort Lauderdale durante el fin de semana, causando importantes inundaciones en algunos barrios y forzando a una multitud de residentes a evacuar sus hogares en la zona. Pueblos y ciudades de la costa, algunos de los cuales sirvieron como refugio para las víctimas del huracán Katrina el mes pasado, se prepararon para recibir hasta 33 centímetros de lluvia. La Agencia Federal de Gestión de Emergencia de Estados Unidos, todavía golpeada por no haber logrado evacuar a Nueva Orleans y a la Costa del Golfo antes de Katrina, puso más de 13 millones de dólares en comidas de emergencia a disposición de los refugiados de la tormenta, al igual que docenas de helicópteros militares que esperan para evacuar a los residentes. Se esperaba que anoche se empezaran a sentir los primeros efectos de Wilma –el séptimo huracán que golpea el estado en los últimos 14 meses– en la tierra del hermano del presidente estadounidense, Jeb Bush.

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12. Traducción: Laura Carpineta.

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