SOCIEDAD
Un chico murió en Devoto por un caso de meningitis
El nene tenía tres años e iba a un jardín de infantes privado en el barrio de Villa Devoto. Las autoridades tomaron medidas preventivas con el resto de los alumnos. En la Secretaría de Salud aclaran que no hay brote epidémico.
Un niño de tres años que concurría a un jardín de infantes porteño murió como consecuencia de meningitis. La muerte ocurrió el domingo en el hospital Vélez Sársfield, pero recién se conoció ayer, cuando la confirmó la directora del colegio. Según señalaron desde la Secretaría de Salud de la ciudad, el fallecimiento por meningitis es “infrecuente” y aseguraron que “no hay un brote epidémico”. Además, implementaron medidas para evitar el contagio.
El chico iba a un jardín de infantes de Villa Devoto, en la calle Simbrón. En principio fue atendido en una clínica privada y más tarde lo trasladaron al hospital Vélez Sársfield. El desenlace fatal de la enfermedad fue confirmado ayer por la directora del jardín, Marta Comisso. Si bien está claro que fue meningitis, no se logró determinar aún por medio de los cultivos que se tomaron si se debió a un virus o a una bacteria. “Previendo que pueda tratarse de un caso bacteriano, se suministró antibióticos y se realizará un seguimiento médico por un par de días a los chicos, a las personas que trabajan en el colegio y a los familiares del chico”, indicó a Página/12 Héctor Berzel, director general de Coordinación de Redes de Salud del gobierno porteño.
“Aunque lamentable, la aparición de casos de meningitis es habitual, ya que hay meningitis todo el año. No hay que generar pánico y no se trata de un brote epidémico. El jardín cerró sólo por el duelo, pero seguramente mañana (por hoy) ya esté abierto”, remarcó Berzel.
Según los datos de la Secretaría, en la ciudad de Buenos Aires hay entre 150 y 200 casos de meningitis por año. Pero son escasos los que terminan en la muerte. “No contamos con un porcentaje exacto de la cantidad de casos fatales, pero es muy bajo, no deben ser más de uno o dos de quienes contraen la enfermedad por año”, explicó.
Como el chico que falleció fue atendido en un centro médico privado, las autoridades no cuentan con los datos suficientes para establecer las causas del trágico final. “Es de pensar que, probablemente, el chico tuviera previamente alguna inmunodeficiencia momentánea. Pero no puede conocerse con exactitud la causa”, afirmó Berzel.
“La mayoría de los casos se dan en otoño, invierno y a inicios de la primavera”, dijo. “Muchas veces no se llega a un diagnóstico efectivo para saber si se trata de un virus o de una bacteria, pero los casos se reparten casi en partes iguales”, sostuvo.
En vías de detectar cualquier caso en forma precoz, Berzel pidió que “los padres estén atentos a cualquier tipo de síntoma en los chicos que se relacione con la meningitis, como fiebre, manchas en la piel, sensibilidad a la luz y dolor de cabeza”.
Continuamente hay acciones tendientes a prevenir la meningitis. En primer lugar, se realizan permanentes campañas de vacunación para la variante bacteriana de la enfermedad, con la aplicación de la cuádruple y la BCG. También hay guardias permanentes en los hospitales públicos que ante los síntomas que podrían ser compatibles con meningitis dan aviso a los servicios de pediatría, “en donde existen los reactivos necesarios para realizar los diagnósticos y los medicamentos que deben suministrarse”. Y una vez detectado alguien con la enfermedad se procede a desarrollar acciones para evitar el contagio, como la limpieza con lavandina de los lugares en donde estuvo el enfermo. Sólo en casos extremos de brotes epidémicos se recurre al suministro de la vacuna para el meningococo C, como está indicado en los protocolos internacionales.
Desde la Secretaría de Salud se indicó que como medidas preventivas se debe mantener la limpieza y la ventilación de los ambientes que utilizan niños y ancianos, certificar la aplicación en los chicos de la vacuna cuádruple, como así también controlar que no compartan vasos.