Otros dos ancianos fueron asaltados ayer en sus casas. Ambos ocurrieron en el norte del Gran Buenos Aires. Por un lado, una jubilada de 78 años en San Isidro y, por el otro, un hombre de 85 en San Fernando. Según los datos de la policía de la provincia de Buenos Aires, hasta agosto se habían producido más de 1200 robos a personas de más de 65 años y es asesinado un anciano cada nueve días.
Juana Blanchard vive en Barrancas de San Isidro. Después del mediodía de ayer estaba en la puerta cuando fue sorprendida por tres hombres armados que la obligaron a entrar. Una vez en el interior le pegaron y la amenazaron de muerte hasta que entregó unos 1500 pesos. El trío le ató con una cuerda las muñecas y los tobillos para después encerrarla en un pequeño baño lindero a un garaje. Finalmente huyó en un auto. Los gritos de Juana alertaron a los vecinos, que buscaron ayuda.
El segundo caso también fue en la zona norte. En San Fernando le tocó a Manuel Ignacio Celesia, que estaba acompañado de una empleada doméstica. Cerca de las 13 fue abordado igualmente por un trío en la entrada de su casa; esta vez sólo uno iba armado. Otra vez hubo amenazas para ingresar y golpes. En principio, Celesia les dijo que no tenía dinero, pero terminaron logrando un botín: los 1200 pesos de la jubilación que había cobrado hacía unos días. Ambos fueron encerrados en un baño para hacer más sencillo el escape de los ladrones. Más tarde, los dos encerrados pudieron romper la cerradura y llamar a la policía.
Según las estadísticas de la policía de la provincia, entre enero y agosto se produjeron 1214 robos a mayores de 65 años, es decir, cinco por día. Las proyecciones señalan que para fin de año habrán sido asaltados 1800 en todo el conurbano. Por otra parte, son asesinados 3,4 ancianos por mes, uno cada nueve días.
La luz de alarma gubernamental se prendió a comienzos de año, cuando se lanzó una campaña de concientización que incluye la llamada teatralización sobre situaciones riesgosas. Así, se muestra a las posibles víctimas, con presentaciones en centros de jubilados, una obra de teatro en la que se les explica cómo actuar ante intentos de robo. La pieza, titula Tiempos difíciles, es representada por policías de Villa Elisa y un grupo de teatro.