Cerca de un centenar de científicos empezaron a trabajar ayer en el nuevo Centro de Investigación Biotecnológica César Milstein, que se instaló en el barrio porteño de Mataderos. El nuevo emprendimiento científico es el resultado de un convenio de cooperación firmado entre el Conicet y la Fundación Pablo Cassará. Los flamantes laboratorios están ubicados en Saladillo 2468, y su instalación apunta al desarrollo de la zona sur de la Ciudad. El proyecto reúne una serie de iniciativas coordinadas entre la investigación pública y privada, orientadas a resolver problemas de salud del país y de América latina. El centro trabajará con virus de la calificación P2, lo que significa que posee alta calidad de bioseguridad.