“Con este fallo, mi hija corre riesgo de vida; hago responsable a quien corresponda si a mi hija le pasa algo.” Nélida, la mamá de “Nati”, la adolescente de Villa Dolores, Córdoba, que ha dado a conocer al país su intención –apoyada por su familia– de someterse a una operación de cambio de sexo “por ser una mujer que nació en el cuerpo de un hombre”, rechazó con duros términos un fallo judicial que sigue sin dar aval legal a esa decisión. La Cámara Civil, Comercial y del Trabajo de Villa Dolores rechazó el pedido de “reasignación sexual” de “Nati”, que nació varón. La solicitud demanda el inicio de un tratamiento con hormonas para que su cuerpo confirme su condición femenina, con vistas a una futura operación quirúrgica, una vez que alcance la mayoría de edad. La Cámara rechazó el planteo por existir “graves deficiencias formales” en el texto del pedido de “reasignación sexual”. El reclamo fue citado en forma expresa en la apelación, pero no había sido mencionado en la presentación ante el juzgado de primera instancia. En suma, el Poder Judicial cordobés sigue sin expedirse sobre la cuestión de fondo: el cambio de sexo.
“¿Dónde está Nati, como persona, en este fallo? Se ha visto sólo una parte, los aspectos técnicos y jurídicos, pero no se ha visto el todo, que es la persona. No se ha considerado a la persona, Nati ha sido tratada como un N.N. que no tiene identidad, que no tiene derecho a ser lo que es. Mi hija, con esto, corre riesgo de vida”, dijo Nélida, la mamá de la adolescente, en diálogo telefónico con Página/12. El abogado de la familia, Néstor Richiazzi, consideró que el fallo “era previsible”, porque “no existen antecedentes en el mundo de casos con estas características, de modo que hay que seguir apelando hasta llegar a la máxima instancia”, es decir a la Corte Suprema de Justicia de la Nación. Richiazzi opinó que “el hecho de que no haya doctrina hace más inviable el avance” de la demanda presentada por los padres de “Nati”.
“En este país, y en casi todo el mundo, sólo se otorga una nueva identidad legal después de la operación de cambio de sexo”, recordó Nélida, la mamá de la adolescente, a quien su familia trata como si fuera una mujer. En primera instancia se había pedido que se autorizara la operación de cambio de sexo. Eso fue rechazado por el juez Rodolfo Alvarez, quien aseguró que la pretensión “excede las facultades que la ley civil” acuerda a los padres. Ahora, los camaristas José Soria López y Miguel Antonio Yunen argumentaron que la apelación tiene “graves deficiencias formales”, porque pide autorizar un tratamiento con hormonas que no figuraba en la primera presentación.
Los jueces aseguraron que “el sistema de los recursos (judiciales) pertenece a la ley y es de orden público, por lo que les está vedado a los jueces introducirle modificaciones, las que no pueden autorizar ni aún mediando consenso de las partes”. En consecuencia, “no es posible habilitar la apelación para considerar y decidir sobre lo que no fue resuelto (en la primera instancia) porque no fue pedido”. Fuentes de la Cámara aclararon que se trata de un fallo “puramente técnico que no pone en tela de juicio los diagnósticos (sobre la identidad sexual de “Nati”) ni juzga la actitud de los padres”. Al mismo tiempo, los voceros puntualizaron que “la medicación previa a la operación de cambio de sexo podría aplicarse sin necesidad de una autorización judicial”.
En el caso interviene “de oficio” el Instituto Nacional contra la Discriminación (INADI). Su vicepresidente, Esteban Llamosas, confirmó que están actuando “desde antes del fallo de la Cámara civil” y van a volver a hacerlo porque “los niños tienen todo el derecho a peticional y expresar lo que desean con independencia de lo que los expertos puedan opinar acerca de los motivos de la petición, cosa que se ha obviado y ha sido soslayada insólitamente por la Justicia”. El INADI aseguró que se estaría violando la Convención Internacional Sobre los Derechos del Niño.