SOCIEDAD
› PIDEN PROCESAR AL ACUSADO POR EL CRIMEN DE NUÑEZ
Con las pruebas de la infamia
La coartada del detenido se cayó en 24 horas. Además, se descubrió una huella del acusado en el placard de la víctima. No obstante, la jueza esperaría el resultado del ADN para pronunciarse.
› Por Raúl Kollmann
El fiscal Marcelo Martínez Burgos pidió ayer el procesamiento con prisión preventiva del sospechado homicida y violador de Núñez, Claudio Alvarez. La autopsia determinó que a Elsa Escobar la asesinaron a cuchilladas –no se encontró el arma–, pero que no fue violada, mientras que los forenses dictaminaron que sí fue violada su hija, la niña de 13 años cuyo nombre este diario no publica para proteger su intimidad. Es muy posible que la jueza María Cecilia Perzán acepte el pedido del fiscal, ya que la coartada de Alvarez se derrumbó en 24 horas. El lunes, el sospechoso declaró ante el fiscal y el juez y pareció creíble: pidió que le sacaran sangre para la muestra de ADN, dijo que le prestó el teléfono a la hija mayor de la víctima para que llamara a la policía y sostuvo que pasó la noche en casa de su madre. Con el correr de las horas, el informe telefónico determinó que estuvo en su domicilio, hizo llamadas a prostitutas desde su domicilio casi hasta la hora del homicidio y la violación, se le encontraron manchas en un par de zapatillas, se determinó que era mentira que le hubiera prestado el teléfono a la hija de la víctima y, lo que resultó decisivo, dos personas testimoniaron que cuando entraron aquella noche a la vivienda, enseguida después del crimen, la niña estaba acurrucada en un rincón y les dijo que todo había sido obra del vecino Alvarez. Con esos elementos a la vista, se profundizó la pesquisa y se descubrió una huella digital perteneciente a Alvarez en un armario en el que encerró a la chica.
El cuerpo de Elsa Escobar fue inhumado ayer en el cementerio de la Chacarita, mientras que su hija se recupera en el hospital Pirovano de las dos cuchilladas que le propinó el violador, pero sobre todo del shock producido por el ataque sexual y el haber presenciado el asesinato de su madre. Ayer, el fiscal volvió al domicilio de las víctimas y recogió elementos con rastros de sangre que podrían agregar más pruebas en contra de Alvarez, aunque la evidencia decisiva es la prueba de ADN que se hizo comparando el semen encontrado en la ropa interior de la niña con el análisis de sangre de Alvarez. Es muy probable que la jueza se tome los diez días que tardará la prueba de ADN para expedirse.
El caso levanta enormes polémicas desde varios ángulos. Las Madres del Dolor, con Isabel Yaconis a la cabeza, insisten en que el hecho se veía venir y que ya habían apuntado a Alvarez en forma reiterada. Desde el punto de vista judicial existen dos denuncias:
- Una, realizada en septiembre por una travesti, que sostuvo que Alvarez la amenazó con un cuchillo y que la obligó a practicarle sexo oral. Dos días después le habría pagado 80 pesos por aquel servicio. El juez que intervino en el caso, Eliseo Otero, se preguntó por qué la travesti realizaba la denuncia en septiembre de un hecho ocurrido en mayo y, además, la versión le resultaba muy confusa, ya que en un segundo testimonio la travesti dijo que Alvarez le propuso asaltar a sus clientes.
- Una mujer denunció que Alvarez intentó robarle en un ascensor y que el portero del edificio apareció en forma providencial. Una secretaria de la fiscalía le preguntó si hubo algún tipo de delito sexual o incluso manoseo, a lo cual la víctima contestó que no. Las Madres del Dolor afirman que Alvarez intentó llevar a la mujer a algún lugar para violarla, pero tal vez por temor o vergüenza la víctima no incluyó ese elemento en la denuncia. Alvarez fue procesado por tentativa de robo por el juez Gabriel Ghirlanda, lo que fue convalidado por la Cámara y, tras una nueva apelación, el caso estaba para decidirse en la Cámara de Casación. Las Madres del Dolor afirman que con los antecedentes de Alvarez –14 años de condena por robo y abuso sexual–, los magistrados debieron tomar otras precauciones.
El otro foco de polémica es la libertad otorgada a Alvarez por el juez de sentencia Sergio Delgado. La condena era a 14 años de prisión, pero fue beneficiado por la ley del dos por uno, con lo que cumplió ocho. Alvarez había sido condenado a reclusión, un régimen más duro que el de prisión.