Una réplica tamaño real de la Nao Victoria, la insignia de la flota magallánica que fue la primera en dar la vuelta al mundo, es el nuevo símbolo de la ciudad santacruceña de Puerto San Julián, lugar del primer encuentro entre europeos y nativos de Argentina. Desde hace seis meses, en el punto donde la avenida San Martín se encuentra con el mar, comenzó a construirse una estructura que de a poco tomó la forma de una carabela. Con sus 25 metros de largo y 24 de alto se puede ver al entrar a la ciudad. El paseo público, inaugurado ayer, tiene como atracción la réplica de la única de las cinco naves de la expedición de Fernando de Magallanes que retornó a España en 1522, tras un viaje de casi tres años. Fernando Pugliese, jefe del estudio constructor de la nave, comentó que más de 500 personas visitaron la Victoria. Pugliese destacó que San Julián, es por el momento, un lugar “de escala” de los turistas que recorren la costa patagónica, pero que de ahora en más se pretende convertir en un punto de destino, como Península Valdés o Ushuaia. “Esta Nave va a generar cada vez más trabajo, gastronomía y turismo”, aseguró el constructor.
En San Julián se originó uno de los primeros enfrentamientos con los conquistadores. Magallanes, luego de varios encuentros pacíficos con los indígenas, decidió llevar algunos “de regalo” al rey Carlos I de España. Los patagones se rebelaron y hubo un combate con muertos de ambos bandos. Estos acontecimientos fueron recreados anoche durante la ceremonia de inauguración de la carabela. El director de Cultura local, Carlos Gleadell, dijo que en todo momento se respeta “el rigor histórico” de los acontecimientos.