SOCIEDAD
› UN TESTIGO TERMINO DE DERRUMBAR LA COARTADA DEL DETENIDO POR VIOLACION
Al acusado no lo salvan ni los amigos
› Por Raúl Kollmann
La coartada de Claudio Alvarez, prácticamente desvirtuada la semana pasada, terminó de derrumbarse ayer cuando un amigo suyo, que él mismo había propuesto como testigo, le dijo a la jueza María Perzán que el día del asesinato y la violación no estuvo con el acusado de homicidio y violación y que hace mucho que no lo ve. El testigo puso en evidencia la asombrosa personalidad del detenido, que el primer día reclamaba que le sacaran sangre para demostrar con el ADN que él no cometió el asesinato y la violación, insistió después en que estuvo en casa de la madre, cuando 25 llamadas a prostitutas desde su teléfono demostraron lo contrario y terminó diciendo que su amigo iba a dejar en claro que aquella noche estaba con él y por lo tanto no pudo ser el autor de los hechos. Incluso ante la jueza y el fiscal Martínez Burgos sigue afirmando socarronamente que “cuando salga el análisis de ADN se van a llevar una sorpresa”. Ese análisis va a estar el viernes, pero la suerte de Alvarez está echada y la jueza le dictará el procesamiento con prisión preventiva por homicidio y violación.
La personalidad de Alvarez se evidenció de las formas más inesperadas:
- La misma noche del crimen y la violación se quedó tranquilo en su PH y cuando llegó la hermana de la víctima le ofreció el teléfono para llamar a la policía.
- Según los primeros informes psiquiátricos, se quedó en la casa para gozar con la reacción de lo que había provocado.
- Hubo un momento en el que perdió los estribos: fue cuando se dio cuenta de que la adolescente de 13 años había sobrevivido y lo inculparía por lo ocurrido. Salió al pasillo y simulando hablar por teléfono empezó a gritar: “¿Dónde está mi hijo? Quiero a mi hijo”. En verdad, Alvarez sabía que su hijo estaba en Rosario con su madre, pero fue la forma de exteriorizar su desesperación.
- Horas antes, había cometido las violaciones a las dos mujeres: a la madre la obligó a practicarle sexo oral y lo mismo hizo con la niña. En ese momento, se sacó una especie de trapo que tenía en la cabeza para mirar a las mujeres.
- A la mañana siguiente, terminó ofreciéndole una gaseosa a la chica que había violado para que se tranquilizara.
- Hay indicios de que antes de entrar al departamento de Elsa atacó a un travesti al que, amenazándolo con un cuchillo, también obligó a practicarle sexo oral.
- Es conocido que sometió a las mujeres durante las horas en que las tuvo bajo su dominio, metiendo a una en un armario y atacando a la otra y viceversa.
Ayer, declaró en la causa judicial también el padre de la menor violada, quien no tenía demasiados elementos para aportar ya que en el momento de la tragedia estaba trabajando en la construcción en Punta del Este. El hombre estaba excluido del hogar por amenazar a Elsa Escobar y a su hija y ayer por la tarde se despachó con una acusación sospechosa: en Radio La Red sugirió que la hermana mayor de la chica violada mantenía una relación con Alvarez. El objetivo de esa acusación, se cree en medios judiciales, sería pelearles a las hermanas de la víctima la tutela de la adolescente. La decisión respecto de quién tendrá a su cargo a la chica violada la tendrá que tomar un juez civil en los próximos tiempos, cuando la víctima se recupere y salga del Hospital Pirovano.
El tercer testigo del día de ayer fue un ferretero, vecino de la casa de las víctimas y que fue quien entró a la vivienda junto a la hermana de la joven violada. El ferretero presenció el momento en que la adolescente le contaba a su hermana qué había ocurrido y que el autor del asesinato y la violación fue Alvarez. Con todos los elementos testimoniales, las llamadas a las prostitutas, las huellas digitales de Alvarez encontradas en el armario y el testigo que ayer sostuvo que no estuvo con el violador aquella noche, la jueza probablemente tome una decisión esta misma semana. El plazo para resolver vence el lunes próximo.