La investigación judicial por la muerte de Marcela Iglesias, la nena aplastada por una escultura en el Paseo de la Infanta en febrero de 1996, fue cerrada por la Cámara Nacional de Casación Penal, por efecto de la ley que aceleró las prescripciones de las causas estancadas. La familia de la niña anunció que recurrirá ante la Corte Suprema de Justicia.
“Ni siquiera estamos pidiendo que salgan a condenar a los responsables. Sólo queremos que se haga el juicio oral por el que esperamos todos estos años y que estaba a punto de hacerse cuando decidieron cerrar de golpe esta causa”, dijo Nora Ribaudo de Iglesias, la madre de la pequeña de 6 años.
Ayer, la Sala IV de la Cámara de Casación decidió por mayoría rechazar la reapertura de la causa, al ratificar la prescripción dictada el 21 de marzo pasado por la jueza Susana Nocetti de Angeleri.
Esa decisión se tomó en base a la ley 25.990, que a principios de este año modificó los plazos para la caducidad de los expedientes.
Con esa medida, resultaron beneficiados los imputados por homicidio y lesiones culposas: Diana González de Lowestein, dueña de la galería Der Brucke; el escultor Danilo Danzinger y los inspectores municipales Héctor Torea, Antonio Mazzitelli y Juan Carlos Favale.
“Estoy muy indignado –indicó Eduardo Iglesias, el papá de la nena–. Pensé que en Casación iba a haber cordura y esperamos siete meses para que se dieran cuenta de lo que habían hecho, pero tampoco hay justicia. ¿Cómo puede ser que no haya reparación moral cuando después de 9 años una jueza dicta la prescripción de la causa por la muerte de mi hija?” Según adelantó, presentarán un recurso de apelación ante la Corte.