Los chicos que adeuden alguna materia y deban dar examen en marzo tienen una nueva opción para estas vacaciones. En el caso de que opten por postergar el ansiado descanso, el premio puede ser un próspero resultado a la hora de rendir. En la ciudad de Buenos Aires, los alumnos de primero y segundo año de colegios secundarios públicos podrán reforzar las materias que reprobaron realizando cursos durante enero y febrero. La iniciativa “Escuelas de Verano” es una propuesta de escolarización complementaria diseñada para reducir los índices de repitencia y abandono en el nivel secundario porteño. Los cursos serán gratuitos y no obligatorios.
Según datos de la Secretaría de Educación porteña, en el último año, entre el 13 y el 15 por ciento de los alumnos de primero y segundo repitió, una cifra mucho más alta en comparación con el resto de los años. Este programa se lanzó para evitar que estos números se incrementen.
Los destinatarios son estudiantes de 1º y 2º año que no hayan aprobado en diciembre y que adeuden hasta cinco materias. Los alumnos podrán cursar hasta tres asignaturas. Podrán inscribirse en la escuela en la que son estudiantes regulares hasta el martes 20 de diciembre.
El horario de cursada será de lunes a viernes de 9 a 12.30. Las asignaturas que se ofrecen son: matemática, lengua y literatura, historia, geografía y biología de escuelas medias comunes, y matemática, castellano, dibujo, geografía de 1º año y física de 2º año de escuelas técnicas.
Respecto de la cantidad de chicos que se espera que se inscriban, “estamos manejando un número de posibles vacantes de alrededor de 800 chicos por asignatura, de primero y segundo año. Cada materia tendrá una carga de una hora reloj por día. La idea es trabajar en grupos de 15 chicos para atender las características de cada uno”, señaló la secretaria de Educación, Roxana Perazza.
La experiencia piloto se llevará a cabo en la Escuela Técnica 25, la escuela Técnica 13, la Escuela Técnica 27 y la Escuela de Comercio 1.
Las escuelas comenzarán a funcionar el 9 de enero hasta el 10 de febrero. En el caso de que la demanda sea mayor, se ampliará el número de sedes.
“También necesitamos la ayuda de los papás. Necesitamos que los chicos tengan el 80 por ciento de asistencia, que estudien los materiales”, indicó la funcionaria de la cartera educativa porteña, y destacó que “es una alternativa para muchas familias por la dificultad de costear un profesor particular en estos tiempos de crisis”.
Los contenidos seleccionados, de acuerdo con los programas vigentes y la organización del plan de trabajo de cada una de las asignaturas que se dicten en la Escuela de Verano, serán propuestos por un equipo integrado por 16 coordinadores de área, con especialización en cada disciplina.
Para la obtención de la constancia de haber completado el curso de verano se requerirá una asistencia del 80 por ciento por materia y haber rendido dos evaluaciones, una en el proceso y otra final e integradora.
Los dos exámenes serán escritos y corregidos en la escuela de verano sin calificación numérica pero sí conceptual, junto con la carpeta y todo el material desarrollado por los alumnos durante el curso. Estos serán los elementos que los profesores de las escuelas de origen podrán tener en cuenta para la evaluación de sus alumnos.
Por otra parte, este año se pondrá en marcha otra vez el programa de “Terminalidad” en las escuelas medias destinado a los alumnos que terminan la secundaria y deben materias que nunca rinden. A través de esta iniciativa se abren más mesas de examen fuera del calendario escolar y se brinda apoyo escolar. En 2003, con este programa terminaron 385 estudiantes que debían materias y en 2004 la cifra se elevaba a 828 alumnos.