SOCIEDAD
› ASEGURAN QUE NO HAY REMEDIO EFECTIVO PARA DESPUES DEL BRINDIS
La resaca, un mal que no tiene cura
Una investigación publicada por el British Medical Journal sostiene que los variados métodos utilizados para combatir los efectos del exceso etílico no resuelven el problema. Incluso, un experto advierte que la cafeína puede encubrir en forma peligrosa la falta de reflejos.
› Por Pedro Lipcovich
Disculpen, Página/12 no quisiera dar esta noticia pero es así: la pastilla que el lector piensa comprar mañana a la mañana en el kiosco o, peor aún, que ya compró, es inútil: no existe cura contra la resaca. No hay fármaco ni remedio casero que de veras alivie el malestar del día después de la celebración etílica. Así lo estableció una investigación –publicada ayer en el British Medical Journal– que efectuó un análisis pormenorizado de todos los remedios –que iban desde el coliflor hasta la diálisis renal– propuestos contra ese extendido mal, que no respeta regiones geográficas ni clases sociales. Es más, la ciencia todavía no ha establecido las causas de la resaca: no puede ser exactamente el alcohol, ya que sus efectos se hacen sentir cuando esta sustancia ya ha sido eliminada del organismo; tal vez uno de sus derivados, llamado acetaldehido. En cuanto a sus supuestos remedios, “suelen tener algún componente cafeínico, por lo cual la persona se siente más despejada; el riesgo es que no se dé cuenta de que sus reflejos continúan disminuidos”, explicó un especialista.
La investigación, publicada en la prestigiosa revista de la Asociación Médica Británica, fue efectuada por Max Pittler, Joris Verser y Edzard Ernst, de la Universidad de Exeter, y consistió en un examen de todos los estudios sistemáticos efectuados sobre la resaca (alcohol hangover).
Los investigadores señalan que “hay en oferta una plétora de supuestas ‘curas para la resaca’: una búsqueda en Internet, mediante el Google (hangover cure) arrojó 325.000 sitios web”. Entre los remedios propuestos se incluyen, previsiblemente, la aspirina y el café, pero también las bananas, el coliflor, los huevos, el jugo de frutas, la miel, el ibuprofeno, el paracetamol, la leche batida, el ácido succínico, las bolsas de hielo, la pizza y la diálisis renal.
La cuestión, sin embargo, no es banal, ya que la persona con resaca “puede experimentar problemas de memoria y dificultades en su capacidad visual-espacial que podrían llevarlo a situaciones de riesgo”. El equipo examinó los estudios más cuidadosos, obtenidos en revistas científicas, hasta concluir que “no hay evidencia de que ninguna intervención, convencional o alternativa, sea efectiva para prevenir o tratar la resaca”.
Es que la ciencia sabe más sobre el minuto siguiente al Big-bang que sobre el día siguiente a los brindis navideños. “La verdadera causa de la resaca es todavía desconocida”, admite Joris Verster –de la Universidad de Utrecht, Holanda–, si bien puede tener relación con los efectos tóxicos de uno de los principales derivados metabólicos del etanol, el acetaldehido; otros factores podrían ser la deshidratación, perturbaciones gastrointestinales, un bajo nivel de azúcar en sangre y las alteraciones en los ritmos biológicos y del sueño.”
Verster precisó que “cuando comienzan los síntomas de la resaca, la concentración de alcohol en sangre está próxima a cero; el estado de resaca puede seguir hasta más de 24 horas después del despertar, con una variedad de síntomas que incluyen somnolencia, problemas de concentración, sequedad de la boca, dolor de cabeza y náuseas”.
El investigador de Utrecht dirigió el trabajo “Efectos de la resaca en el funcionamiento de la memoria y la atención luego de una noche de binge drinking”, publicado en la revista Neuropsychopharmacology. El binge drinking –ingesta de más de cinco drinks en hombres o más de cuatro en mujeres– fue practicado una noche por 48 voluntarios sanos a los que se les efectuaron tests comparativos antes de tomar y en la mañana siguiente: se encontraron trastornos transitorios de la memoria “en línea con aquellos que se observan en alcohólicos”.
En realidad, no sólo del alcohol viene la resaca. Jorge Galperín, profesor de Medicina Familiar en la Universidad Favaloro, observó que “lo que se experimenta como resaca también proviene de lo mucho que se comió y se bebió, incluso bebidas no alcohólicas, y también del estrés que de un modo u otro suele estar asociado con las fiestas, reuniones, reencuentros”. En cuanto a los productos que se anuncian contra la resaca, “suelen tener algún componente cafeínico, por lo cual la persona se siente algo más despejada. Esto conlleva el riesgo de que la persona no advierta los efectos que de todos modos le produce la resaca, especialmente una disminución en los reflejos y en el estado de alerta: en la mañana siguiente, la persona debiera estar especialmente atenta en actividades que supongan algún riesgo, desde manejar hasta cruzar una calle”.