SOCIEDAD
› UN CHICO MURIO AL TOCAR UNA REJA ELECTRIFICADA
Un macabro método antirrobo
En Florencio Varela, un hombre conectó 220 voltios a las rejas de su casa para evitar asaltos. Un adolescente fue a buscar la pelota y quedó fulminado. Los vecinos intentaron quemar la casa.
Johnatan Estanislao Sena tenía 14 años. Era uno de los chicos preferidos del barrio. El miércoles al mediodía se juntó en la casa de su tío con su primo y un amigo para jugar a la pelota, como hacían casi todos los días. A las cuatro de la tarde, aproximadamente, la pelota fue a parar a la casa del vecino, y Johnatan decidió ir a buscarla para continuar con el “picado” de cada tarde. Pero cuando pasó a la casa lindera las rejas que cubrían las ventanas y la puerta estaban electrificadas y recibió una descarga de 220 voltios. A pesar del golpe de electricidad, se mantuvo con vida unos minutos, pero falleció durante el traslado al hospital Materno Infantil de la localidad bonaerense de Florencio Varela. El fiscal de Quilmes, Luis Armella, pidió la detención de Alfonso Rubén Alvarez –propietario de la casa–, a quien acusó de homicidio simple por dolo, delito que tiene una pena de entre 8 y 25 años de cárcel. El dueño del terreno no estaba y “casi nunca aparecía”, contaron los vecinos, quienes indignados y con bronca, intentaron destrozar y quemar la casa del acusado y prometieron “linchar” a Alvarez cuando regrese.
Los vecinos y la familia de Johnatan están desconsolados. No logran entender “cómo pudo (Alvarez) no pensar en las consecuencias”. En un terreno que tiene unos 9 metros de frente y 30 de largo, aproximadamente, hay dos casas; humildes y pequeñas. Adelante, una especie de galpón; atrás, la casa en donde “paraba” un hombre de nacionalidad paraguaya, de 57 años. “No venía casi nunca, sólo guardaba algunas cosas como muebles y ropa, y después se iba. No tenía mucha relación con el barrio”, contó una vecina con lágrimas en los ojos, y agregó: “Johnatan era una criatura y su familia era muy trabajadora y humilde, buena gente”. Alvarez, propietario del terreno ubicado en Solano López 846, es maestro mayor de obras y no se encontraba en la zona desde hacía una semana ya que había viajado a pasar las fiestas en la casa de sus familiares, en la localidad de Pilar, Paraguay. Según contaron los vecinos, “electrificó las rejas porque estaría cansado de los robos”, aunque “no pensó en lo que hizo”. El último asalto que sufrió habría sido el 22 de este mes y, desde ese día, decidió conectar las rejas a un cable que salía del medidor de luz, aparentemente con la intención de evitar el ingreso de ladrones.
Ayer al mediodía, vecinos conmocionados por el hecho se juntaron frente a la casa y golpearon con mazas y palos las paredes de madera y los candados de la reja principal. También intentaron prenderle fuego la casa, lo que fue evitado por la Policía, que valló el lugar y se mantuvo allí para que no se produjeran destrozos, ya que la pruebas están aún dentro del terreno y un incendio las “borraría” por completo.
Javier, un vecino que vive al lado de la casa de Alvarez, estaba en la puerta cuando Johnatan sufrió la descarga de los 220 voltios. “Estaba con un amigo cuando lo vimos tirado dentro del terreno. Nadie lo quería agarrar por miedo a que pasara algo. Lo levanté y con mi hermano lo subimos al auto y llevamos al hospital Materno Infantil”, relata. “Tenía pulso todavía. Le hice respiración boca a boca y parecía que no se me iba, pero no aguantó”, explicó.
Johnatan tenía dos hermanos; él era el menor. Su madre se dedica a la costurería, su padre es carnicero de un supermercado chino. “Era una familia muy querida en el barrio; humildes y trabajadores”, dijo otra vecina. En la casa de La Meca 1037 vivían sus abuelos y detrás la familia del adolescente. Allí mismo fue el velatorio. Alejandra, madre de Johnatan, dijo que cuando el hombre pise la zona los vecinos “lo van a querer linchar”.
Los peritos que trabajaron en la casa de Florencio Varela determinaron que la descarga que recibió la víctima fue “fulminante” porque el dueño de la casa conectó el alambre perimetral sólo al polo positivo de la corriente de 220 voltios. Este dato pericial podría complicar la situación del imputado en caso de que la Justicia demuestre que tenía conocimiento de que este tipo de conexión llevaba a una muerte segura por electrocución de cualquier persona que lo tocara. Asimismo, el fiscal consideró que al electrificar la reja, Alvarez “sabía que podría provocar una tragedia”.
Los restos de Johnatan fueron inhumados en el cementerio de la zona; mientras que el acusado ya habría sido localizado en la provincia de Chaco.
Informe: Luciano Zampa.