Estaría identificado el asesino de Luis Emilio Mitre, hermano del director del diario La Nación. Los investigadores judiciales y policiales le dijeron a Página/12 que ya tienen su nombre y apellido, pero cuando allanaron el domicilio que el individuo le había dado a Mitre se encontraron con que la dirección no existía. Se trata de un hombre joven que hace un tiempo mantuvo una relación estrecha con el abogado asesinado, relación que aparentemente se reinició antes de las Fiestas. El joven, además, mantenía relaciones con otras personas, pero cuando los investigadores les pidieron la dirección del sospechoso se encontraron con el mismo fenómeno: los domicilios no existen, son falsos. Esto indica que el asesino siempre tuvo pensado, como mínimo, robarles a las personas con las que mantenía relación.

El juez Ricardo Pinto está a cargo de la causa, pero en carácter de subrogante, lo que significa que el expediente estará en manos de otro juez cuando termine la feria judicial. Al ejercer ese interinato, el magistrado se movió en forma muy precavida, por lo que resolvió terminar todos los estudios forenses y recién después entregarles el cuerpo a los familiares, cosa que ocurrió en la tarde de ayer. Por ello la inhumación se realizará recién hoy. En Tribunales se dice que tanta meticulosidad es una conducta adoptada por muchos jueces después del caso García Belsunce, cuando la autopsia de María Marta y otros peritajes importantísimos se hicieron más de un mes después del crimen.

El juez Pinto, la fiscal Felisa Krasucki y los investigadores de la Policía Federal tuvieron datos sobre el sospechoso hacia el mediodía del lunes, horas después de que se encontrara el cadáver. Inicialmente se pensó en un sujeto relacionado en forma ocasional con Mitre, que ingresó con el abogado a su departamento y lo atacó con el objetivo de robarle: con una bolsa de residuos en la cabeza le fue quitando el aire mientras lo interrogaba sobre el lugar donde supuestamente escondía dinero. Finalmente terminó asesinándolo por asfixia. No está claro si el sujeto se llevó el dinero o no, porque Mitre tenía pocas amistades y vivía bastante aislado, por lo que nadie sabe a ciencia cierta si guardaba dinero en su departamento y qué cantidad podría tener allí.

Con el transcurrir de las horas, la pesquisa se fue orientando hacia una relación menos ocasional y más extendida en el tiempo, aunque los investigadores sostienen que el vínculo, tras sufrir una interrupción bastante larga, se reinició hace poco. Sobre la base de algunas anotaciones encontradas en el departamento, se detectó el domicilio que el individuo le había dado a Mitre. Cuando los policías se disponían a allanar esa vivienda se encontraron con que la dirección no existe. También los investigadores pudieron determinar otras relaciones del sospechoso y lo llamativo es que actuaron de la misma manera: dieron direcciones inexistentes.

En forma reservada, quienes trabajan en el expediente sostienen que el asesino está individualizado. “Nos lleva ventaja, porque el crimen se perpetró en la madrugada del sábado y todo se descubrió dos días después. Tal vez se haya ido del país. Pero estamos encaminados”, diagnosticó uno de los hombres que está a cargo de la pesquisa.