Durante casi un año usó un teléfono celular robado para llamar a sus amigos y parientes. Eso le valió la detención. El joven de 23 años acusado de haber violado a una chica de 20 en el barrio porteño de Flores, en mayo de 2005, fue detenido ayer en Villa Devoto tras una investigación de la Policía Federal que detectó esas llamadas a los íntimos del detenido.

El jefe de la División Delitos contra la Salud, comisario Vicente Cinquemani, dijo que el joven “habló con el celular robado a Laferrère, a Salta –donde tendría una novia–, al supermercado donde trabajaba y a un instituto de menores donde había estado internado”.

Alrededor de las seis y media de la mañana del 20 de mayo de 2005, una joven de 20 años que estaba en una parada de colectivos cerca de las calles Galicia y Artigas fue atacada por un hombre que la obligó a ir hasta un lugar cercano y, según la denuncia de la chica, la violó.

Después del presunto abuso, el joven le robó el teléfono celular a la víctima y a partir de entonces lo utilizó, durante ocho meses, para hablar con allegados y parientes residentes en distintos lugares del país.

El comisario detalló que “en principio se determinó que tiene antecedentes por robo” cuando era menor, por lo que estuvo alojado en ese instituto. Sin embargo, se espera un informe del Registro de Reincidencia para comprobar si cometió otros delitos. Además dijo que “apenas se conoció la denuncia de la chica abusada, una de las acciones investigativas fue mantener activo el celular a la espera de que el sospechoso cometiera la torpeza de utilizarlo”.