Un tragedia conmocionó a la provincia de Córdoba cuando un hombre, que era policía retirado, mató ayer a cuatro niños de entre 6 y 14 años, que serían sus hijos, y posteriormente se suicidó después de dejarle una carta a quien sería su esposa.

Los cuatro niños, de apellido Ramírez, serían hijos biológicos del hombre, que también fue hallado muerto de un balazo en un departamento. Para la matanza, Rosario Cándido González, de 58 años, usó el arma reglamentaria de la policía.

Las fuentes explicaron que la diferencia de apellidos obedecería a que el hombre no había reconocido legalmente a sus hijos.

Voceros policiales señalaron que el episodio ocurrió pasado el mediodía en la torre 5 de un complejo de departamentos del barrio Cerveceros.

Todos los niños fueron asesinados “con un disparo de arma de fuego en la cabeza”, precisó el comisario Eduardo Rodríguez, sobre la base de informes médicos de la Policía Judicial, mientras se esperan los resultados de las autopsias que ayer a la tarde practicaban sobre los cinco cuerpos peritos forenses de la morgue estatal.

Asimismo, el comisario Rodríguez confirmó que el hombre dejó una misiva dirigida aparentemente a la madre de los pequeños y luego se suicidó.

“Ha dejado una nota, una carta póstuma dirigida aparentemente a su esposa o a su ex esposa, porque según los primeros testimonios estaban separados y hacía poquitos días que estaba ocupando el inmueble de barrio Cerveceros”, indicó el comisario.

Los investigadores señalaron que se trataría de un crimen “pasional”, ya que al parecer la mujer habría abandonado a González semanas atrás.