La joven que denunció al obispo de Añatuya, Adolfo Armando Uriona, por supuesto “abuso deshonesto” durante un viaje en ómnibus de larga distancia, realizará hoy una presentación ante la Nunciatura Apostólica para pedir la intervención del papa Benedicto XVI en el caso.

Así lo confirmó el abogado de la joven, Daniel Omar Herrera, quien precisó que en la presentación ante el Papa, la máxima autoridad de la Iglesia Católica, se pedirá “una serie de medidas dentro del derecho canónico”. Herrera indicó que en la presentación, además de circunscribir la situación en la competencia del Papa, se narrarán los hechos denunciados y se solicitará “que Benedicto XVI tome medidas en esta situación, que se circunscribe dentro de un delito de abuso sexual sin acceso carnal”.

Además, el letrado aseguró que junto con su representada no forman parte “de ninguna interna de la Iglesia” y que tampoco están “en contra de cualquier tarea pastoral que pueda hacer monseñor Uriona con los campesinos, con los humildes, con quien sea”.

“Lamentamos que la Iglesia a la que pertenecemos se haya olvidado de la víctima. Porque acá hablan permanentemente de una interna o de un ataque hacia el obispo y se olvidan de que hay una víctima”, se quejó Herrera, quien aclaró que no interviene en la causa penal que se ventila en los tribunales cordobeses.

El pasado domingo, Uriona había ratificado su inocencia en un reportaje exclusivo publicado en Página/12, al referirse a los hechos ocurridos el jueves 2 de febrero, cuando al bajar de un micro en la terminal de ómnibus de la ciudad de Córdoba fue acusado por una mujer de 24 años, que afirmó haber sido manoseada por él durante el viaje.

En esa entrevista, Uriona explicó que se encontraba durmiendo durante el viaje, cuando se despertó repentinamente por los gritos de su compañera de viaje, que lo acusaba de haberla manoseado. Al llegar a destino el ómnibus, la mujer se presentó en la seccional policial de la terminal para concretar la denuncia y el obispo permaneció allí detenido durante varias horas. Uriona se quejó en el reportaje de que las versiones periodísticas iniciales sobre la causa daban cuenta de detalles que no existen en realidad en el expediente.