Las autoridades alemanas confirmaron que dos cisnes murieron infectados con el virus H5N1. Hay posibles casos en Austria.
La gripe aviaria en su variante más peligrosa llegó, según todos los indicios, a Alemania. En dos de cuatro cisnes que aparecieron muertos en la isla de Rügen, al norte del país, se constató en un primer examen la presencia del virus H5N1, según confirmó el ministro federal de Agricultura y Consumo, el socialcristiano Horst Seehofer (CSU), al asegurar que “no hay un peligro inmediato para los seres humanos”. Poco antes de este anuncio, las autoridades iraníes habían anunciado el hallazgo de aves con gripe aviaria en su costa del mar Caspio.
Unos excursionistas encontraron en la turística isla del Báltico el pasado 8 de febrero los cuatro cisnes muertos. Los primeros análisis confirmaron en dos casos la presencia del virus, según anunció el ministro de Agricultura, Horst Seehofer, al subrayar que este primer diagnóstico tendrá que confirmarlo en las próximas 48 horas un análisis en el laboratorio europeo que se encuentra en el Reino Unido. El ministro declaró: “Según todos los datos disponibles, tenemos que partir de la base de que el laboratorio europeo confirmará nuestras sospechas”.
Seguidamente, Seehofer ordenó que se prohíba toda exposición de aves al aire libre y dispuso la estabulación desde este viernes, de momento hasta el 1° de abril, de los 13 millones de aves de corral censados en toda Alemania. Ante el avance de la epidemia, que había alcanzado ya países cercanos, como Eslovenia y la vecina Austria (donde el Ministerio de Salud había anunciado una “alta sospecha” de que dos cisnes hayan muerto por “la infección con el virus de gripe aviaria H5N1”), la orden de encerrar a las aves de corral estaba ya prevista para el 1° de marzo. Los cisnes muertos en Rügen obligaron a anticipar la entrada en vigor de la medida.
Seehofer calificó la situación de “muy seria” y declaró que lo importante ahora será impedir que el virus se trasmita de los volátiles que circulan en libertad a los domésticos. En la isla de Rügen se implantó una férrea cuarentena con dos cercos en torno del lugar donde aparecieron muertos los cisnes contaminados. En un cerco estrecho de protección de tres kilómetros, se investigarán todas las granjas avícolas, se procederá a su desinfección y se impedirá cualquier entrada o salida de estos animales con una rigurosa prohibición de movimientos. En un segundo cerco de 10 kilómetros se establecen medidas de observación.
La Federación de Agricultores Alemanes (DBV) mostró su conformidad con los planes expuestos por el ministro y considera la estabulación de las aves de corral como una medida correcta. El gremio de los agricultores aprovechó para llamar la atención sobre el peligro que representa la importación ilegal de aves.
Para hoy estaba prevista en Berlín una reunión de los ministros de Agricultura de los Estados federados con el ministro federal Seehofer. La aparición de la gripe aviaria convirtió la reunión en una de crisis a la que está previsto que acuda también la ministra federal de Salud, la socialdemócrata Ulla
Schmidt (SPD).
Por su parte el ministro Seehofer declaró en la primera cadena pública alemana ARD que la situación es peligrosa e incluso los expertos europeos no pueden aclarar la velocidad de difusión del virus en Europa.
La noticia de la presencia de la gripe aviaria en Alemania siguió ayer al anuncio de las autoridades iraníes de la detección de este virus en unas aves halladas muertas hace dos semanas en el mar Caspio.
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