Los fiscales del caso Banco Río pidieron ayer por tercera vez la detención de Gastón De la Torre, hijo del principal detenido por el robo a la sucursal Aca-

ssuso, luego de allanar una caja de seguridad en el Banco Provincia del barrio de Once, donde le encontraron 55.000 dólares y otros elementos, cuyo origen difícilmente pueda explicar. El juez Rafael Sal Lari, que rechazó los anteriores pedidos, evaluaba anoche si finalmente accedía al pedido de los fiscales. El caso está produciendo una verdadera tormenta, ya que los investigadores policiales, el Ministerio de Seguridad bonaerense y los fiscales acusan al magistrado de frenar la investigación y no otorgar varios pedidos de detención y de allanamientos. Ayer se sorteó el tribunal que tendrá a su cargo las apelaciones y el bolillero le dio el caso a la Sala III de la Cámara del Crimen de San Isidro, integrada por jueces que son muy afines al juez. Ello hace previsible que confirmen las decisiones que tome el magistrado, por lo que la tormenta podría empeorar todavía más.

Gastón De la Torre vive en el departamento de la calle Portela donde se encontraron 800.000 dólares y joyas que provendrían del Banco Río y que la propia esposa de Gastón admitió que estaban allí, aunque alegó que los dejó Rubén Alberto De la Torre, el padre de Gastón, ya detenido por el asalto. En la habitación de Gastón se encontraron dos pistolas 9 milímetros, una granada y 75.000 dólares en una caja empotrada. De la Torre hijo fue detenido por resistirse a la policía y por tenencia de las armas, pero el fiscal Jorge Apolo inicialmente no le imputó participación o encubrimiento del robo al banco, pese a las evidencias que se encontraron. Se dice que el ministro León Arslanian armó un escándalo a raíz de lo que consideró una morosidad del fiscal y éste reaccionó el martes pidiendo finalmente la detención de De la Torre por estar vinculado al caso Banco Río. El juez Sal Lari rechazó dos veces el pedido del fiscal.

El caso tuvo ayer otra novedad de importancia. La Comisión Investigadora de Lavado de Dinero del Banco Provincia les advirtió a los encargados de la pesquisa que en la sucursal Once de esa entidad había una caja de seguridad a nombre de Gastón. La llave de esa caja se encontró el sábado pasado durante el allanamiento de la calle Portela. La diligencia de abrir la caja se hizo al mediodía y se encontraron allí 55.000 dólares, 1470 euros, 36.000 pesos y una boleta de compra de una camioneta Ford Ecosport por un valor de 39.000 pesos. La versión de los investigadores es que ese vehículo fue usado para transportar el motor fuera de borda que se le puso al gomón grande y que sirvió para moverse dentro del enorme desagüe pluvial desde el que se hizo el túnel al banco. La acusación contra el joven, que salió hace un año de la cárcel por asalto a mano armada, no es que participó de forma lateral del asalto, sino que estuvo dentro del banco y que, además, armó los explosivos cazabobos que se dejaron en la boca del túnel. Esto último todavía no está probado, pero con todos los elementos anteriores, más lo que apareció en la caja de seguridad, se pidió ayer por tercera vez la detención de Gastón. El escrito lo presentaron cuatro fiscales que ahora trabajan en el caso, ya que tras un diálogo entre la procuradora María del Carmen Falbo y el fiscal general Julio Novo se decidió reforzar la investigación con tres fiscales más.

En paralelo con la situación de De la Torre hijo está la controversia por el caso de una pareja, Cristian Lemos y Patricia Sosa, que fueron sorprendido a pocos metros de la casa de la calle Portela con más de 155.000 dólares. Se trata de primos de los De la Torre y tampoco pudieron explicar el origen del dinero, pese a lo cual inicialmente el fiscal les otorgó la libertad. El martes, Apolo también pidió la detención de esta pareja, al menos por encubrimiento, pero el juez Sal Lari rechazó ese pedido.

Durante la mañana de ayer, los fiscales apelaron las decisiones del magistrado. Eso llevó a que se sorteara la Sala de la Cámara del Crimen de San Isidro que tendrá a su cargo todas las apelaciones del caso. Resultó sorteada la Sala III, que integran Raúl Borrino, Margarita Vázquez y Gustavo Herbel. Antes de ser juez, Sal Lari fue secretario de ese tribunal.

El problema de fondo que se plantea detrás de la confrontación es que la pesquisa puede terminar en un mar de dudas. Hasta hoy se encontraron dos presuntos participantes del robo –De la Torre padre y su amante, Silvia Liliana Fernández– y se recuperó alrededor de un millón de dólares. Es un paso adelante, pero el esclarecimiento del asalto todavía está lejos, en especial porque no se han atrapado a los jefes ni el grueso del botín. Ahora, los investigadores policiales pueden alegar que no pueden avanzar porque el juez los traba por una simple interna con los fiscales y por exigencias que se dan de patadas con el sentido común. El magistrado dirá que no hay pruebas suficientes y que respeta las garantías constitucionales. La pelea seguramente tendrá contentos a los ladrones.