El debate en torno de la despenalización del aborto se volvió a encender en Uruguay. El presidente socialista Tabaré Vázquez se expresó en contra del proyecto de ley que sería presentado este mes y amenazó con vetarlo en caso de que fuera aprobado por el Congreso. El mandatario uruguayo desmintió, sin embargo, una posible disolución del Parlamento en el caso de que prospere la iniciativa y calificó esa versión de “disparate”. El tema del aborto divide transversalmente a la sociedad uruguaya, y también a los partidos políticos. Tal como sucedió durante el gobierno del ex presidente Jorge Batlle, cuando el proyecto fue aprobado en la Cámara de Diputados pero fracasó en el Senado, existe una paridad de fuerzas respecto de la posibilidad de promover con éxito un proyecto de salud sexual y reproductiva en el que se incluya la despenalización del aborto. Pero en esta ocasión aparece un nuevo ingrediente –bastante picante– en las filas de la izquierda, históricamente favorable a esa postura: el presidente se opone, lo que podría llevar a los impulsores a desistir de su presentación.

El mandatario uruguayo dijo que le “asombra” que se plantee con tanta fuerza cuál es su posición sobre la despenalización del aborto. “Mi postura sobre el tema es conocida y no es nueva, sino que ya se hizo pública y hay mucho escrito sobre ella desde hace varios años”, afirmó Vázquez, médico oncólogo de profesión. Sin embargo, aclaró que su postura no implica “una oposición a la educación sexual, ni a la salud reproductiva, ni a la interrupción del embarazo en determinadas circunstancias”, sino que se opone “por razones éticas y científicas”.

Además, el presidente socialista negó rotundamente estar dispuesto a disolver el Congreso si aprueba una ley que contemple la despenalización, pero dijo que vetará la norma si es aprobada por el Parlamento. “Es un disparate plantear este tema, porque está absolutamente contemplado en la Constitución que el inicio de un camino de este tipo (disolver el Congreso) solamente se da cuando existe una censura de un ministro”, dijo el presidente ayer en una conferencia de prensa.

La senadora socialista Mónica Xavier, que votaría a favor del proyecto en caso de ser presentado, dijo en diálogo con Página/12 que las declaraciones del presidente no son novedad. “Vázquez dijo que no está de acuerdo con la despenalización del aborto tanto antes como después de ser presidente”, aclaró Xavier. Sin embargo, la senadora no se mostró de acuerdo con la decisión de recurrir al veto. “Como legisladora perteneciente al partido del presidente he reclamado que no se recurra a esa medida, ya que no es el procedimiento adecuado”, afirmó. Xavier se mostró a favor del proyecto, porque dijo que “la ley que rige actualmente es discriminatoria, injusta e ineficaz, y nuestro deber como legisladores es modificarla”. A pesar de las diferencias de opinión en la coalición gobernante Frente Amplio, la senadora socialista dijo que el tema del aborto se viene discutiendo hace muchos años y el partido lo “tiene manejado”, en el sentido de que no se producirán rupturas. Además, aclaró que la aprobación de este proyecto no es un asunto de disciplina partidaria y que dependería de la “conciencia de cada legislador”.

De todas maneras, el proyecto podría morir antes de nacer. El senador Eleuterio Fernández Huidobro dijo a este diario que aparentemente no sería presentado por no contar con el apoyo suficiente, pero sobre todo porque ya de antemano se sabe que sería vetado por el Ejecutivo. Por ello, Huidobro considera que sería “una pérdida de tiempo a nivel legislativo”.

Sin embargo, la diputada nacionalista Beatriz Argimón no comparte esa opinión y aseguró a la prensa uruguaya que el debate se dará “le guste o no al presidente”. La secundó Miguel Asqueta, integrante de la Comisión de Salud, que calificó las expresiones de Vázquez como un “exabrupto”. “Sin ser presentado siquiera un anteproyecto de ley, es lamentable que el propio presidente de la República esté amenazando a sus propios compañeros de partidos políticos con la medida más drástica”, señaló el legislador.

Informe: Virginia Scardamaglia.