El juicio por el asesinato de Camila Estefanía Arjona, la chica de 14 años muerta por una bala policial en la madrugada del 1º de abril de 2005, continuará mañana con la segunda jornada. En la primera sesión del Tribunal Oral 10, el jueves pasado, declararon dos de los tres federales imputados y cuatro testigos, entre ellos el novio de Camila, la madre de él y un vecino, que desde una terraza pudo ver cuando le dispararon a la chica.

Camila estaba embarazada de cuatro meses y medio. Cerca de las 4.30 de ese viernes escuchó disparos en los pasillos de la Villa 20, de Villa Lugano, donde vivía con su familia, y salió junto a su novio a ver qué sucedía. En la calle se encontró con tres policías vestidos de civil, uno de ellos le disparó cuando ella se iba caminando. Su novio pudo escapar corriendo, pero ella recibió una bala en la columna.

Los acusados son tres policías federales: el cabo Adrián Bustos, de homicidio agravado, y el cabo Mariano Cisneros y el agente Miguel Angel Almirón de apremios ilegales. Bustos y Almirón debían estar custodiando una casa en la villa, y Cisneros, de franco, los acompañaba. En lugar de permanecer en el sitio que se les había asignado, los tres salieron a recorrer los pasillos del barrio y a comprar cervezas. En ese recorrido se encontraron con Camila y su novio, Leonardo Ramos. Uno de los policías disparó.

En sus declaraciones del jueves, Bustos y Cisneros incurrieron en múltiples contradicciones e indicaron que ellos no dispararon cuando cayó Camila. También trataron de inculpar a Almirón. El testimonio de un vecino del lugar desarmó la estrategia defensista: dijo que vio a Bustos dispararle a la chica, mientras los otros dos hacían disparos al aire y cómo después Bustos le pisó la cabeza cuando ya estaba tirada en la calle. El tribunal, compuesto por Silvia Mora, Alejandro Martín Becerra y Jorge Roberto Bustelo, escuchará hoy a cuatro testigos más. El abogado querellante, José Vera, adelantó que pedirá la pena de reclusión perpetua para el responsable de la muerte de Camila, “porque está demostrado que recibió el disparo de espaldas y cuando había levantado los brazos en señal de rendición”.