Una investigación de la Universidad de Carolina del Norte determinó que existe una tendencia del estadounidense adulto medio hacia la obesidad. Según el estudio, el 61 por ciento de los habitantes tiene exceso de peso, y el 27 por ciento es técnicamente obeso. La cifra representa el doble del registro realizado con la población de 1960. Los especialistas determinaron, además, que la mayor incidencia ocurre sobre la población negra, seguida por la latina y, por último, la de origen europeo. El presidente George W. Bush en persona saldrá a hacer campaña en contra de la enfermedad, abriendo una carrera de 4,8 kilómetros en Washington el 22 de junio.
La investigación demostró que las personas nacidas en 1964 se vuelven obesas un 30 por ciento más velozmente que las nacidas en 1957. También, que un cuarto de la población obesa ya lo es a los 36 años. Mientras que en 1960 sólo el 13 por ciento de los estadounidenses era obeso, en 1999 la cifra trepó a más del doble (27 por ciento). Además, en el ‘60, el 44 por ciento de la población total estaba excedida de peso, contra el 61 por ciento hace dos años.
Lo que aún no pudo determinar el equipo de investigadores son los motivos por los que la mayor tendencia a la obesidad se desarrolla entre la población negra. “Las mujeres negras se vuelven obesas más de dos veces más rápidamente que las blancas –señaló la especialista Kathleen McTigue-, y las de origen latinoamericano se ubican entre las dos.” También comprobaron que entre los hombres latinos la proporción es aún mayor: se vuelven obesos dos veces y media más velozmente que los de origen europeo. A su vez, los varones negros tienen una tendencia 2,2 veces superior a la de los blancos, pasada la edad de 28 años.
Según estadísticas de la Casa Blanca, el enemigo número uno lo tienen dentro: cerca de la mitad de los norteamericanos nunca hizo deportes y todos los años mueren 300 mil norteamericanos por obesidad, y nada menos que 1,7 millón por enfermedades asociadas. La obesidad en Estados Unidos está considerada como un factor de riesgo en cuatro de las seis principales causas de mortalidad por enfermedad: cardiovasculares, algunos tipos de cáncer, ataques cerebrales y diabetes. También se la vincula a la hipertensión, la osteoartropatía y las complicaciones en el embarazo.
El presidente George Bush, dispuesto a luchar a brazo partido contra el enemigo número uno oculto, llamó a todos los habitantes del país a una carrera, de 4,8 kilómetros, el próximo 22 de junio.