Mar 18.06.2002

SOCIEDAD

Teletransportar ya no es ficción

Científicos australianos teletransportaron información entre dos rayos de láser a un metro de distancia. El uso en el futuro.

Por Tim Radford *
Desde Londres

Dos científicos australianos se acercaron un paso al mundo de la Guerra de las Galaxias. Lograron teletransportar información entre dos rayos de láser a un metro de distancia. Utilizaron un fenómeno fantasmal llamado acoplamiento cuántico para desmaterializar una señal –transmitida en fotones, o partículas de luz– y reconstruir una réplica en un segundo rayo láser. “Lo que demostramos aquí es que podemos tomar miles de millones de fotones, destruirlos simultáneamente y luego recrearlos en otro lugar.” Ping Koy Lam, de la Universidad Nacional de Australia, dijo que su equipo trabajó con luz y no con átomos. La teletransportación de objetos, sin embargo, sigue siendo un sueño remoto. “Creo que la teletransportación de ese tipo está muy, muy lejana –dijo Lam–. No sabemos cómo hacerlo con un único átomo. Pero eso no significa que en un futuro lejano no sea posible.”
Los científicos produjeron un haz de láser con una descripción muy precisa y luego observaron un haz idéntico aparecer en un segundo láser cercano, mientras el primero desaparecía. Lo que estaban explotando era la sorprendente capacidad de las partículas cuánticas de comportarse como si estuvieran en varios estados al mismo tiempo. Cuando se crean dos partículas con propiedades similares, están “acopladas”. El estado de una determina el estado del otro.
En este caso, un conjunto de partículas cesó de existir y reapareció metros más lejos. No viajaron, pero fueron replicadas. Nadie entiende en verdad por qué se produce el acoplamiento. Es parte del profundo misterio de por qué existe el universo y por qué se comporta como lo hace. Pero la investigación es otra muestra de cómo puede aplicarse la mecánica cuántica.
La experiencia podría dar lugar a computadoras con poderes cada vez más sorprendentes, más que al traslado instantáneo. El experimento fue el último en una serie de juegos aparentemente imposibles con la teletransportación, iniciados por Anton Zeilinger, de la Universidad de Viena.
La gente común hace predicciones sobre dónde irá una pelota o dónde aterrizará un avión, utilizando la física de Newton, porque en su experiencia una acción sigue a la otra. Pero en el universo cuántico, que se expresa con mayor claridad en el mundo pequeño del átomo, la experiencia ordinaria de la física parece quebrarse. Sucesos muy extraños se producen. Partículas se comportan como si estuvieran en más de un lugar al mismo tiempo. Hasta los físicos describen las condiciones cuánticas como “raras”.
En 1997 el profesor Zeilinger mostró que las partículas de luz podían ser teletransportadas sobre grandes distancias simultáneamente. Desde entonces, se lanzó la carrera para explorar el mundo impredecible de la física cuántica. En 1995 un equipo de físicos de Colorado enfriaron materia a -273 grados centígrados, casi cero absoluto, y observaron todos los átomos comportarse como uno. En 2001 una física danesa que trabajaba en Massachussetts informó que había detenido un haz de luz por un segundo. Pero el gran impulso ha sido destinado a explorar condiciones en las cuales las cosas se producen instantáneamente. Pocos aspectos de la cuántica son más extraños que la “no localidad” en que una partícula se vuelve íntimamente acoplada con otra en otro lugar. Einstein lo desestimó como “acción fantasmal a distancia”, según Paul Davies, físico de la Universidad Macquarie de Sydney. Pero esta acción fantasmal sucede todo el tiempo y no se podría usar para enviar información más rápido que la luz o transportar gente.
“Pero puede usarse en procedimientos técnicos que parecen mágicos a la mayoría de la gente, que usa el sentido común”, dijo Davies. La investigación podría dar lugar a computadoras ultra rápidas que podrían resolver problemas ahora considerados irresolubles. La teletransportación cuántica, además, podría hacer la información encriptada o codificada ciento por ciento segura, dijo Lam, porque aún si es interceptado el mensaje sería ininteligible.
Pero la teletransportación del capitán Kirk o el capitán Picard de la nave al espacio sería una historia diferente. Un ser humano está compuesto de millones de millones de átomos. Los físicos calculan que la teletransportación requeriría una computadora que pudiera almacenar información exacta sobre el estado de cada átomo individual, transferirla, bajarla y usarla para recrear a un viajero en otro lugar.
Y, ya que la persona teletransportada podría de hecho ser una réplica, la computadora tendría que desmantelar a Kirk en el punto de despegue. Esto abriría otra pregunta: si el capitán en el “Enterprise” sería exactamente la misma persona que el del espacio.
Lam y su ayudante Warwick Bown dicen que logran la duplicación precisa, pero de información más que de partículas rales. Primero teletransportaron fotones en un haz de láser el 23 de mayo –explicaron ayer– y desde entonces repitieron otras veces el experimento.
“Aún en Viaje a las Estrellas, notaron que había problemas con la teletransportación –dijo Bowen a los periodistas–. Es un experimento tan complicado que nadie sabe si el sistema va a funcionar hasta que lo hace... y resulta que nuestro sistema es muy bueno.”
* De The Guardian. Especial para Página/12.

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