Los tiempos judiciales de la causa Malvino parecen acelerarse. Tres de los siete jóvenes correntinos vinculados con el caso por la muerte de Ariel declararon ayer por la mañana, en calidad de testigos, ante la jueza a cargo del expediente, María Es-

ther Campanher. “A partir de ahora queda bien en claro que no tuvimos nada que ver”, aseguró Germán Braillard Poccard, uno de los testigos, a la salida de los tribunales federales correntinos. El lunes sería el turno de los cuatro imputados.

Alrededor de las 9.20, los primeros en llegar a los tribunales, en camionetas con vidrios polarizados, fueron Germán Braillard Poccard y Francisco Méndez, quienes ingresaron por una puerta lateral para evitar el contacto con la prensa. Ambos lo hicieron en compañía de sus abogados, José Scelzi y Ricardo Harvey. Con gafas negras y sin hablar con la prensa, una hora y media más tarde apareció Gonzalo Marasco, el último de los tres jóvenes que fueron citados como testigos.

“No tuvimos nada que ver”, dijo el sobrino del ex gobernador Pedro Braillard Poccard a la salida de la sede judicial y agregó: “Aportamos todo los que tuvimos a la Justicia; dijimos toda la verdad, pero no podemos decir más”.

Junto a él estaba Francisco Méndez, quien apenas habló. “Volvimos (de Brasil) el 20 (de enero), como teníamos que volver”, respondió ante las preguntas de los cronistas. Al ser una declaración testimonial, las respuestas de los tres jóvenes fueron bajo juramento de decir la verdad.

Según pudo saber este diario, el cuestionario tenía diez preguntas, tanto abiertas como cerradas, y era el mismo para los tres. Algunas apuntaban a si conocen o no a los imputados, si estuvieron presentes el 19 de enero en el lugar de los hechos, por qué dejaron la casa que alquilaban el mismo 19. También se les preguntó sobre cómo y en qué se “fugaron” de Brasil, ya que en el mismo exhorto se utiliza la palabra “fuga”.

Sin los abogados defensores, los jóvenes estuvieron unas cuatro horas prestando declaración ante la jueza Campanher y ante el secretario penal del juzgado federal de Corrientes, Pablo Molina.

Campanher dictó una resolución de confidencialidad en las actuaciones a pedido de la Justicia brasileña, que envió el exhorto con el cuestionario a realizar a los testigos e imputados.

La jueza que lleva el expediente ordenó que las citaciones se concretaran de “manera urgente”, por lo que en un primer momento se analizó la posibilidad de habilitar algunas horas de hoy para acelerar el trámite y poder remitir nuevamente a Brasil el exhorto con las respuestas.

Pero todo indica que será finalmente el lunes el día en el que la magistrada indagará a los imputados del caso: Andrés Gallino; Horacio Antonio Pozo, hijo del ex subsecretario de Turismo provincial y –según la investigación– el más comprometido, y los hermanos Eduardo y Lautaro Braun Billinghurst.

Por otra parte, “la estrategia de los abogados que representan a los Braun Billinghurst –contaron fuentes judiciales– es pedir una postergación de cinco días hábiles para analizar los exhortos enviados desde Brasil y así poder planear una defensa”.

Para los imputados, el cuestionario contempla las figuras penales de “homicidio calificado, tentativa de homicidio y agresión corporal seguida de muerte”.

La Justicia de Garopaba, Brasil, considera imprescindibles el formulario para continuar con la pesquisa y, eventualmente, solicitar las detenciones, tema que analizarán cuando tengan los cuestionarios con las respuestas de los tres testigos y de los cuatro imputados.