Fue detenido en San Juan, donde vivía en una carpa. Ya había estado preso por sacar fotos con celular dentro de la sucursal.
› Por Raúl Kollmann
En el aislado paraje de Bauchazeta, en San Juan, fue detenido el lunes uno de los prófugos de la banda que asaltó el Banco Río: Fernando Araujo. El hombre estaba viviendo solo, en una carpa, y se había llevado comida para esconderse allí durante varias semanas sin tener que ir a ningún pueblo a comprar nada. Lo único que tenía encima era un sistema satelital para ubicarse (GPS), un celular y una cámara digital. Araujo ya estuvo detenido antes del asalto al Río, porque lo sorprendieron sacando fotos en el banco, por lo que se le imputa haber hecho el trabajo de inteligencia previa. Además, los fiscales creen que es el quinto hombre que entró al banco a mano armada el día del robo, algo que deberá ser corroborado en las rondas de reconocimiento. Hasta el momento, hay siete sospechosos –cuatro detenidos y tres en libertad– que para los fiscales están vinculados con el asalto. Sin embargo, la impresión es que todavía no cayeron los máximos jefes y, obviamente, no apareció el 80 o 90 por ciento del dinero robado.
Los pasos de Araujo eran seguidos desde hace dos meses por la Policía Bonaerense y el equipo de fiscales de San Isidro que armó el fiscal general Julio Novo. Es más, hubo efectivos de la División Investigaciones de la Bonaerense que ya habían viajado dos veces a San Juan. Finalmente, la detención estuvo a cargo de la Gendarmería, que actuó por orden del juez penal de Jáchal, Carlos Mateos. Según parece, uno de los lugareños denunció la presencia de alguien extraño a la Gendarmería y ésa fue la clave de la detención. En Bauchazeta dicen que Araujo llevaba entre 15 y 20 días acampando allí.
En el pedido de prisión preventiva contra el resto de la banda, el nombre de Fernando Araujo figura varias veces. Por de pronto, la camioneta que usaba “El Uruguayo” Mario Vittete Sellanes tenía un sistema satelital de rastreo y la empresa Eagle entregó un informe detallando los lugares en los que estuvo el vehículo. Uno de los domicilios frente al que se estacionó la camioneta fue el de Corrientes 598 de Vicente López, el domicilio de Araujo. La ex esposa del ahora detenido vive en la calle Asunción, donde también estuvo la camioneta de El Uruguayo.
Según los fiscales, Araujo tuvo participación en dos partes de la operación Banco Río. En primer lugar, actuó en la inteligencia previa, al punto de que fue llevado a la comisaría por sacar en forma sospechosa fotos del banco. El frustrado acampante vivía en la zona del río y tenía cuenta y caja de caudales allí, de manera que –siempre según los investigadores– hizo todo el trabajo previo que sirvió de base para la planificación del robo. Aunque no han trascendido los elementos de prueba, hay también fundadas sospechas de que participó en la construcción del túnel. Es que Araujo es un viejo amigo del “ingeniero” Sebastián García Bolster. Concurrieron juntos a la escuela técnica ENET 1, hoy en día EET 3, aunque no fueron compañeros de división porque los separa un año de diferencia. Pero hay varios testimonios de que Araujo y García Bolster eran compinches.
El segundo aspecto en el que habría participado Araujo es en el robo mismo. Los fiscales Jorge Apolo, Eduardo Vaiani, Duilio Cámpora y Fabián Brahím creen que Araujo fue uno de los ingresó al banco a mano armada. En total, en el video se ve que participaron cinco hombres y una mujer. Hasta el momento, los investigadores aseguran que Alberto De la Torre y su hijo Gastón –está libre por falta de pruebas– fueron dos de los asaltantes; Mario Vittete fue el hombre de traje gris y Araujo sería el cuarto, de los cinco hombres que ingresaron al banco. Sobre el quinto no han trascendido los datos. Los fiscales también aseguran que Liliana Fernández –también en libertad por falta de pruebas– fue la que actuó como campana.
Paralelamente, García Bolster construyó el túnel, pero no entró al banco y El Gordo Julián Sallo Echevarría manejó la camioneta con la cual se llevaron el botín. En los próximos días Araujo será sometido a ruedas de reconocimiento para ver si alguno de los rehenes lo identifica.
Ni la Gendarmería ni el juez penal de Jáchal informaron si a Araujo se le encontró o no dinero. Parece difícil que se haya llevado una suma importante a ese lugar. Además, se dice que Araujo es hábil, de buen nivel intelectual y debe haber encontrado alguna forma para sacar lo robado al exterior. Esa es una de las debilidades de la investigación: hasta el momento ha aparecido sólo una pequeña parte del botín. Y, además, no faltan quienes afirman que los detenidos son parte de la mano de obra, de mayor o menor calidad, del golpe. El arquitecto o los arquitectos del asalto todavía no fueron capturados.
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