SOCIEDAD
ASESINADAS
Andrea Lumbo y Flavia Aguirre, ambas de 19 años, aparecieron asesinadas en la madrugada de ayer en un descampado sobre la calle Rivadavia de la localidad de Máximo Paz, en Cañuelas. Las dos estaban vestidas y tenían las manos y los pies atados. En principio, la policía descartó que se hubiera tratado de un delito de índole sexual o de un robo. Todo parece indicar que se trató de una venganza. Una de las víctimas tenía marcas en su cuello que indicarían que fueron ahorcadas. Los cuerpos fueron hallados a sólo 50 metros de la vivienda donde residían las dos jóvenes, que eran buscadas por sus familiares porque habían desaparecido la noche anterior, cerca de las 20, luego de que concurrieran a una clase de inglés y a un videoclub. Los cadáveres fueron hallados por el novio de una de las chicas. La pista que orientó la búsqueda fue el sonido de un teléfono celular proveniente del descampado. El aparato pertenecía a una de las jóvenes, confirmó el investigador policial Ariel Morlini. Dijo también que “las dos estaban vestidas y boca abajo, con las manos y los pies atados”. Las manos estaban amarradas “con un suéter y una bufanda”. Aguirre convivía con el hermano de Lumbo y era madre de un chico de tres años. El único sospechoso es el ex novio de una de las jóvenes.