Vecinos del Delta alarmados por el aumento de la contaminación convocaron a una marcha por tierra y agua para el 22 de abril en Tigre, mientras un nuevo informe de la Secretaría de Política Ambiental de la Provincia de Buenos Aires respalda por primera vez sus reclamos. Según estudios realizados en marzo, luego de las protestas y denuncias de principios del 2006, se detectó en el río Luján un significativo incremento de nitritos, amonios, fosfatos, hidrocarburos, metales pesados y falta de oxígeno por presencia de materia orgánica, entre otros contaminantes que provienen del río Reconquista. El informe ambiental bonaerense confirma así la sospecha de que a sólo 28 kilómetros del centro porteño, por las mismas aguas que atraen a tantos turistas, navegan cada vez más oscuros “jugos de basura”, residuos cloacales e industriales. Su origen estaría en los 18 municipios que recorre el Reconquista, con sus casi 3 millones de habitantes que en muchos casos carecen de servicios sanitarios, es decir que usan al río de cloaca, y sus 12 mil industrias de las cuales unas trescientas vuelcan regularmente sus desechos tóxicos.

Hace años que algunos vecinos vienen denunciando que el canal Aliviador, construido para mitigar las inundaciones, desvía y dispersa la contaminación del Reconquista aguas arriba del río Luján, hacia el Carapachay, el Caraguatá y gran parte de la primera sección de islas del Delta. Abundan los testimonios de quienes han visto suficientes peces muertos y aguas negras, además del conocido olor que cada tanto sube hacia la isla. Martín Nunziata, participante en la nueva asamblea de vecinos, afirma haber solicitado repetidas veces la construcción de un muro de contención o –en lenguaje más técnico– un “vertedero de cota” con la altura (o “cota”) promedio del río en ese sitio, para contener los desechos que vienen del Reconquista y permitir que sólo pase el exceso de agua provocado por las lluvias. Además, se ha pedido el saneamiento del segundo río más contaminado del país mediante obras públicas aprobadas por gobiernos anteriores, como las prometidas cuatro plantas de tratamientos de efluentes industriales que nunca fueron instaladas. El reciente informe ambiental recoge algunas de estas recomendaciones y plantea organizar un comité de cuenca para enfrentar la crisis del agua del Reconquista.

“Contamina, que todo en tu plato termina” era uno de los carteles de las decenas de embarcaciones que en el mes de febrero marcharon por el Tigre como reacción ante la amenaza a sus aguas. Ahora, con los resultados de los análisis a bordo de lanchas, botes y canoas, los vecinos vuelven a insistir con su reclamo: intervenir ya mismo en protección de la más extensa fuente de agua dulce que tenemos disponible en las puertas de la Ciudad de Buenos Aires.

* Escritor.