Sáb 29.04.2006

SOCIEDAD  › QUEDARON LIBRES LOS MENORES DETENIDOS POR LA MUERTE DE MATIAS

Dos chicos que vuelven a su casa

La jueza se basó en los primeros datos de la segunda autopsia, según los cuales Matías no murió por golpes. Los dos adolescentes estuvieron en el Instituto Roca durante casi tres semanas.

› Por Raúl Kollmann

Los dos adolescentes internados en el Instituto Roca por el caso de la muerte de Matías Bragagnolo fueron ayer externados por orden de la jueza María Teresa Salgueiro. La decisión la tomó la magistrada después de conocer los primeros datos de la segunda autopsia que determina que Matías no murió ni por golpes ni por una pedrada, lo que benefició a los dos jóvenes privados de su libertad, El Gordo y Andrés. Al Gordo, hijo del dueño de una panadería de Once, se le imputaba haberse peleado con Matías, mientras que Andrés, hijo de un médico y una psicóloga, fue el sindicado de haberle tirado una piedra, algo que no fue corroborado ni por la autopsia ni por los testigos. Respecto de los otros dos adolescentes supuestamente internados, el apodado Soronguito fue entregado a su madre y el otro, conocido como Zodape, hace días que está libre y concurre a su colegio. De esta manera, el único que sigue preso es el policía Luis Villegas, cuya situación debe ser definida por la jueza en la próxima semana, en una resolución en la que evaluará todo lo investigado y fijará las responsabilidades de todos los que participaron en los hechos que derivaron en la muerte de Matías.

Los abogados del Gordo, Juan Carlos Palacios, y de Andrés, Maximiliano Rusconi y José Pelli, habían presentado una apelación ante la Cámara del Crimen para pedir la externación de los dos jóvenes. Sin embargo, ayer a mediodía resolvieron desistir de ese recurso y la propia jueza otorgó la externación bajo determinadas condiciones: no pueden concurrir a locales nocturnos, deben dormir en sus domicilios, no pueden consumir alcohol, tampoco practicar deportes violentos como el karate ni ausentarse de la Capital Federal sin orden judicial.

Seguramente la jueza, que tiene buena reputación en Tribunales, resolvió la libertad de los adolescentes de 16 y 17 años por dos razones:

- La segunda autopsia confirmó lo determinado por la primera: Matías no murió por efecto de los golpes ni por un piedrazo. Eso –según dicen– llevó a la convicción de la magistrada de que la responsabilidad de los adolescentes ya no es la que se suponía al principio. Habrá que ver si Matías murió porque el policía le aplicó una toma de cuello o si, producto de la corrida, se produjo un estrés muy fuerte que se combinó con problemas cardíacos y algún elemento toxicológico. Pero en cualquiera de esas variantes, la acusación contra El Gordo y Andrés ya no tiene el peso que tenía.

- La segunda razón de la jueza –según dicen en Tribunales– es que estaba cantado que la Cámara del Crimen iba a ordenar la libertad de los jóvenes. Y no sólo eso. Tal vez el tribunal le recriminaría a la magistrada haber producido una internación cuando esa medida no tenía base en las pruebas y, además, se trataba de jóvenes que no están desamparados, sino que tienen padres que podían hacerse cargo. La alternativa de mandarlos al Instituto Roca, donde hay 70 plazas y actualmente 170 adolescentes internados, con altos niveles de violencia, iba a ser cuestionada por la Cámara.

“La preocupación familiar no es sólo la libertad –dijo a Página/12, el codefensor de Andrés, Maximiliano Rusconi–, sino reconstruir su vida normal, ir al colegio y, además, vamos a seguir trabajando fuertemente para demostrar que Andrés no tiene ninguna responsabilidad en el hecho. Vamos acompañar a la jueza en lo que se viene, porque hay muchas contradicciones en los testigos y da toda la impresión de que hubo una enorme influencia en ellos. De todos modos, insisto en que está cada vez más claro que Andrés no tuvo ningún contacto físico con Matías, salvo cuando intentó reanimarlo.”

Según los datos aportados por allegados a los grupos de adolescentes que tuvieron relación con los hechos, los otros dos jóvenes que estaban en lamira, Zodape y Soronguito, están también en libertad. Zodape concurre al colegio desde hace varios días, y Soronguito, el de 15 años, que por su edad es inimputable, fue entregado a sus padres en esta semana.

Las primeras conclusiones de la segunda autopsia, en la que participaron peritos de todas las partes, marcan la cancha del caso Matías.

- Quedó reafirmado el trabajo del forense que hizo la primera autopsia, Fernando Trezza, en cuanto a que Matías no murió a raíz de un golpe o un piedrazo. Esta conclusión fue suscripta también por el perito de la familia Bragagnolo, Avelino Baratta.

- La hipótesis que sostiene Baratta es que la muerte pudo haberse producido por una compresión en el cuello o por un estrés extremo. Los testimonios señalan que el único que pudo haber comprimido el cuello de Matías fue el policía, claro que sin intención de matar al joven.

- Otros forenses creen que hubo una combinación de tres factores. Una deficiencia en el corazón de Matías, que pesaba 380 gramos en lugar de los 250 habituales para su edad, lo que demuestra una lesión cardíaca. En segundo lugar, algún elemento toxicológico como alcohol o bebidas energizantes, que aceleran el corazón. Y esos dos factores de riesgos combinados con una pelea, una persecución y la requisa violenta del policía que le produjeron pánico o el llamado estrés extremo.

Este conglomerado de hipótesis y elementos podría llevar, tarde o temprano, a un debate judicial que no será nada sencillo.

- Lo más probable es que la familia Bragagnolo planteará que Matías fue atacado por una patota, que peleó con El Gordo –1,80 de estatura y 104 kilos–, lo iba derrotando en la disputa y luego se metieron otros, lo que derivó en la huida. Esa circunstancia derivó luego en la muerte, por lo cual todos los atacantes y perseguidores deberían ser acusados de homicidio. Hay una parte minoritaria de los jueces que suelen tener esta óptica.

- Del otro lado, una franja mayoritaria de los magistrados cree que no se le puede adjudicar el homicidio a alguien que no utilizó un elemento apto, razonable, para producir una muerte.

- Por último, puede haber magistrados que sostengan que fue una pelea entre jóvenes con un final imprevisible producto de la deficiencia cardíaca de Matías y eventualmente el alcohol y los energizantes que consumió.

A fin de la próxima semana, o a más tardar el lunes 8, la jueza dará las primeras pistas de su enfoque con el fallo en el que resolverá la situación de los jóvenes y el policía.

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