SOCIEDAD
› INDIA: PROHIBEN ECOGRAFIAS PARA EVITAR ABORTOS
Discriminadas antes de nacer
El aborto por selección de sexo se generalizó en la India y en otros países asiáticos. Al estar más valorado el nacimiento de un varón, muchas parejas abortan si saben que nacerá una niña.
› Por Mariana Carbajal
El gobierno de la India acaba de prohibir las ecografías para las mujeres embarazadas menores de 35 años. La medida apunta a impedir que las parejas sepan el sexo del feto y aborten si es una niña, debido a que por cuestiones culturales y económicas se valoriza más la llegada de un varón. Mientras lo normal es que nazcan alrededor de 995 niñas por cada mil bebés de sexo masculino, el último censo en la India mostró una reducción notable del número de nacimientos femeninos: apenas 927 cada mil varones. En los estados más ricos, las diferencias son más pronunciadas: 793 por cada mil chicos. El aborto por selección de sexo, sin embargo, no se limita a la India. Se ha vuelto una práctica generalizada en Asia Oriental, y en particular en Corea del Sur y en China. Las últimas estadísticas reveladas recientemente por el gobierno chino indican que en ese país la proporción de recién nacidas bajó significativamente en los últimos diez años: de 898 pasó a 855 por cada mil bebés de sexo masculino. El problema es de tal magnitud en la región que investigadores en población ya hablan de millones de “mujeres faltantes”. “Se trata de un sexismo de alta tecnología”, señaló el indio Amartya Sen, Premio Nobel de Economía 1998 (ver aparte).
En la India, el aborto es legal. Una ley de 1994 ya prohibía la realización de otros exámenes prenatales a las embarazadas menores de 35 años, si permitían determinar el sexo del futuro bebé. En mayo del año pasado, la ley se endureció y obligó a los médicos a justificar por escrito las pruebas prenatales ordenadas a mujeres de más de 35 años. Sólo estaban permitidos ciertos análisis si en la familia de la mujer había antecedentes de enfermedad mental, si la futura mamá había sufrido al menos dos abortos o si había sido expuesta a radiaciones o contaminantes que pudieran tener efectos nocivos sobre el feto. En febrero pasado, el Tribunal Supremo fue más allá y pidió un registro de equipos de ecografía y de dónde estaban instalados. Ahora, directamente se prohibieron las ecografías.
Según explicó a Página/12 Lucas Otaño, jefe de Obstetricia del Hospital Italiano, a partir de la semana 10 u 11 de embarazo se puede determinar el sexo de un feto a través de una ecografía, si el operador del aparato de ultrasonido es lo suficientemente “habilidoso” como para establecer ese dato. Aunque en el ámbito científico aún se discute si la ecografía debería ser un examen de rutina durante el embarazo y cuántas deben realizarse, Otaño explicó que se trata de una herramienta “muy valiosa” para evaluar la salud del embrión y del feto. “Permite detectar signos premorten del feto. Por ejemplo, un retraso de crecimiento intrauterino puede adelantar el grado de envejecimiento de la placenta, una situación en la que se debe provocar prematuramente el parto”, precisó. En la Argentina, este tipo de estudio comenzó a efectuarse a principios de la década del ‘80.
En la India, pese a las prohibiciones vigentes, los estudios para conocer el sexo no dejaron de ofrecerse. “Pague 500 rupias y ahórrese 50 mil”, tentaba el slogan de una publicidad de un centro médico en el que se practicaban exámenes prenatales. El ahorro se refería al dinero de la dote que una familia deberá desembolsar en el futuro si eventualmente tiene una niña. En la India, los varones trabajan para la familia, cuidan a sus padres cuando son ancianos y preservan el apellido. Las niñas se van y contraen matrimonio. Pero es el sistema de dote el que determina la preferencia por los varones. La práctica, aunque es ilegal, es muy usada. La familia de la novia debe pagar a la del novio el equivalente al salario de varios años de un trabajador como dote. Esta costumbre puede hacer que las familias queden endeudadas durante varios años.
La proporción de niñas menores de seis años viene disminuyendo en la India desde 1970. Lo normal es que nazcan alrededor de 990 por cada mil niños, pero el censo de población de 1991 indicaba que había 945 pequeñas en esa franja etaria por cada mil varoncitos. El año pasado, la proporción había bajado a 927 por cada mil chicos de la misma edad. Los estados más ricos, en los que el acceso a equipos de ultrasonido y ecografías es más fácil, tienen proporciones aún menores. En el Estado del Punjab, por ejemplo, la relación es de 793 niñas por cada mil niños.
También se ha detectado una disminución alarmante de nacimientos de mujeres en China. El gobierno acaba de revelar que el censo del 2000 registró 855 niñas por cada mil varones, con picos en algunas regiones del país de 740, una proporción que también sugiere un incremento de los abortos de fetos femeninos. Los números muestran una reducción marcada desde el censo de 1991, cuando se contabilizaron 898 chiquitas por cada mil recién nacidos varones. En China, las reiteradas prohibiciones de los exámenes prenatales para establecer el sexo tampoco han tenido éxito. A falta de presupuesto, clínicas y médicos de las regiones rurales más empobrecidas aumentan sus ingresos con la realización de ecografías ilegales. La preferencia hacia el sexo masculino se remonta a prejuicios tradicionales de la población rural y se ha visto reforzada por la política nacional que obliga a las parejas a tener un solo hijo.
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