Un comisario y tres policías de la ciudad bonaerense de Dolores fueron detenidos ayer sospechados de haber asesinado hace un año a un joven, de 24 años, que había sido arrestado por ebriedad y que apareció ahorcado en su celda. Si bien en un principio la causa fue caratulada como suicidio, un peritaje ordenado por la Suprema Corte de Justicia bonaerense determinó que la víctima, Miguel Angel Romero, recibió un fuerte golpe en el cráneo antes de su muerte, ocurrida en la madrugada del 30 de mayo de 2001.