SOCIEDAD › OTRA DENUNCIA DE ABUSO SEXUAL EN LA ESTACION CALLAO
La denuncia fue hecha por una familiar de la víctima después de conocer el caso divulgado el miércoles. Habrían sido dos personas. La víctima guardó prendas manchadas con semen del agresor.
Hasta ayer se sabía que el viernes 16, a las 15 una estudiante de 21 años fue violada en la estación Callao del subte B. Ayer se denunció que ese mismo día pero 15 minutos antes, otra joven sufrió un ataque sexual en la misma estación. Esta vez, la violación no se consumó. Tras un forcejeo, la chica logró escapar. Sin embargo –de acuerdo con la denuncia–, el hombre eyaculó sobre la ropa de la víctima, quien guardó sus prendas para una posible identificación del agresor a partir de su ADN. Otra mujer, de 30 años, aseguró haber sido violada a metros de la estación de trenes Plaza Constitución y afirmó que puede identificar a los agresores. En los tres casos, las víctimas hablan de dos hombres con un accionar similar.
El nuevo caso se conoció ayer, pero también ocurrió el día en que la Selección goleó a Serbia y Montenegro y muchos porteños salieron a la calle a festejar. La tía de la joven, único familiar que sabía sobre el hecho, se acercó a Asociación de Víctimas de Violaciones (Avivi), para relatar lo sucedido.
La abogada de Avivi, Silvia Weksel, dijo a Página/12 que “el abuso se produjo alrededor de las 14.45” –quince minutos antes del primer episodio–, y aclaró que “todavía no se radicó la denuncia ya que la chica permanece en estado de shock” desde el viernes. El abusador “no pudo con una, entonces buscó otra”, conjeturó la abogada.
“Al parecer, cuando se conoció públicamente el caso de violación cometido en el mismo lugar y el mismo día, la mujer decidió comunicarse con nosotros”, dijo Weksel. De acuerdo con el relato de la tía, la joven fue abusada en la estación Callao de la línea del subte B por un hombre, aunque este diario pudo saber que los agresores fueron dos, quienes accionaron de igual modo que en el caso anterior: mientras uno la sujetaba e intentaba cometer la violación, el otro hacía de campana.
La abogada indicó que la joven se resistió, por lo que uno de los agresores, el que intentaba abusar de la chica, no logró su cometido pero sí eyaculó sobre las ropas de la joven.
“Tenemos preservadas las prendas de vestir de ella, que tienen manchas de semen, para posteriormente ponerlas a disposición de los investigadores que intervengan en el caso cuando se realice la denuncia, que suponemos que se hará la semana próxima”, dijo la asesora jurídica de Avivi.
En tanto, Juan Ordóñez, vocero de la empresa Metrovías, afirmó a este diario que “sin dudas, el subte es un lugar seguro”, e informó que desde el viernes 16 “se reforzó la seguridad en muchas de las estaciones”. “El subte cuenta con personal de la Policía Federal, quienes son los responsables de la seguridad. Toda la seguridad está hasta que se cierra el servicio”, aseveró.
“Nosotros tenemos gente de seguridad de la propia empresa (Metrovías) en las cinco líneas –apuntó–, pero sin poder de policía. Pueden disuadir pero no detener ni portar armas.”
El del viernes de la semana pasada “es el primer evento de estas características en los últimos 15 años. Hay que trabajar para que no se produzca una histeria colectiva. Hay fuerte presencia policial en todo el subte”, aseguró.
A partir de la denuncia de la primera víctima, otra mujer, de 30 años también denunció que fue violada por dos hombres, pero a metros de la estación Plaza Constitución de trenes. La víctima vive en Tristán Suárez y tiene dos hijos. Contó que fue abusada en la calle O’Brien, entre Lima y Salta, a principios de este mes.
Según su relato, viajaba en un tren de la línea ex Roca y, al llegar a la terminal, al mediodía, un hombre la amenazó, dentro del vagón, con un cuchillo, y le ordenó que caminara hacia adelante “como si no pasara nada”. “Pasamos todo, los molinetes, el hall, y me hizo que fuera hacia O’Brien, donde había otro hombre”, recordó, y agregó: “Yo le ofrezco mi teléfono celular, porque tenía dinero en el monedero, pero me dijo que no; pasamos por delante de los guardias, pero ni siquiera se dieron cuenta, y salimos por la calle Lima”. La mujer dijo que le pusieron “algo en la nariz” y se desvaneció. “Igual yo sentí cuando me violaron, eran dos personas. Fue en una calle, donde no había gente transitando. Uno era supuestamente vendedor porque llevaba una caja de alfajores. También me robaron el dinero y el celular”, detalló. “Estoy en condiciones de identificarlos, me acuerdo de sus caras. En algún momento los voy a volver a ver”, aseguró.
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