Vacunar masivamente a las niñas de 11 y 12 años contra el HPV, virus que puede producir cáncer de cuello de útero, puede ser beneficioso en la Argentina en términos económicos (ni qué hablar del inmenso ahorro de sufrimiento humano): así lo indican los datos preliminares de un estudio que, en el Hospital de Clínicas, compara los costos de la vacuna con los de tratar a las mujeres que padecerán la enfermedad. Con esta hipótesis, la Argentina se incorpora tempranamente al debate sobre la adopción de esta vacuna, que fue aprobada hace pocos días por las autoridades sanitarias de Estados Unidos. Precisamente ayer, un comité de expertos del Centro de Control de Enfermedades de ese país recomendó su aplicación generalizada a las chicas de esa edad. La eficacia preventiva del fármaco se verifica especialmente en mujeres que aún no tuvieron relaciones sexuales, es decir, no han tenido oportunidad de infectarse con el HPV (virus del papiloma humano), que se trasmite por esa vía. En realidad, el germen afecta a más del diez por ciento de la población y sólo en una pequeña proporción de mujeres causa síntomas, que van desde las verrugas genitales hasta el cáncer. Existe ya una forma de prevenir ese cáncer: el control anual mediante colposcospía y test de Papanicolaou, pero apenas un 20 por ciento de las mujeres argentinas cumple este requisito.

“Estamos muy emocionados”, dijo Anne Schucat, directora del Departamento de Inmunizaciones del Centro de Control de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos, al comunicar que un panel de especialistas de la entidad recomendó la vacunación contra el HPV de las niñas de entre 11 y 12 años. “El objetivo es proveer la vacuna a las niñas antes de que inicien la actividad sexual”, señaló, y destacó que “esto es un gran avance para la salud de las mujeres y para la prevención del cáncer”. La recomendación todavía debe ser avalada por el secretario de Salud y la decisión final corresponde a cada estado de la Unión.

El 8 de este mes, la FDA (Food and Drug Administration) de Estados Unidos aprobó la vacuna desarrollada por Merck. Otro laboratorio, Glaxo, tiene otra en avanzado desarrollo. La aprobada protege contra cuatro tipos de HPV, incluyendo dos que causan el 70 por ciento de los cánceres de cuello y otros dos que causan el 90 por ciento de las verrugas genitales.

En Buenos Aires, el Centro de Entrenamiento en Prevención del Cáncer Ginecológico del Hospital de Clínicas efectúa “un estudio de economía de la salud para saber si la vacuna contra el HPV resultaría costoefectiva en Argentina –anunció a Página/12 Silvio Tatti, titular del Centro–. El estudio procura establecer cuánto cuesta en la Argentina tratar los cánceres y lesiones precancerosas de cuello de útero, para comparar con los costos de la vacuna”.

Tatti reveló que, “de acuerdo con nuestros datos preliminares, la vacuna contra el HPV resultaría costoefectiva. Hay que advertir que la cobertura del test de Papanicolaou no supera el 20 por ciento de la población femenina y es especialmente baja en la población de menos recursos socioeconómicos”.

Este cálculo toma en cuenta el precio, todavía muy elevado, de la vacuna: en Estados Unidos, al público, llega a 120 dólares para cada una de las tres dosis requeridas. El precio para compras masivas es por supuesto menor y bajará más cuando otro laboratorio ponga a punto su vacuna.

Una fuente del Ministerio de Salud dijo a este diario que esa cartera –donde la inclusión de la flamante vacuna aún no está en debate– inició en las últimas semanas “un plan de vigilancia para establecer qué formas de HPV prevalecen y fomentar la detección temprana del cáncer de cuello de útero”.

Entretanto, la médica Cristina Vasino –del Plan de Atención Preventiva de la salud de la mujer del gobierno porteño– señaló que “la población no está suficientemente sensibilizada en cuanto al HPV” y recordó que “en hospitales públicos de la ciudad se hacen colposcopía y Papanicolaou en forma gratuita”: 0800-MUJER (66 68537).

El cáncer de cuello uterino es el segundo en importancia entre las mujeres, después del de mama, y causa en el mundo 300.000 muertes al año.