Vie 05.07.2002

SOCIEDAD

Reabren la investigación sobre Ana Frank para saber quién la delató

Tras la aparición de dos nuevas teorías, el gobierno holandés decidió volver a investigar quién hizo el llamado delator.

Por Andrew Osborn *
Desde Londres
Fue un llamado anónimo en el verano de 1944 el que condujo a la Gestapo y a la policía de seguridad holandesa al anexo secreto de una casa donde Ana Frank y su familia se habían escondido por casi dos años. Durante casi 60 años, la identidad de ese informante, cuyo llamado tuvo tan trágicas consecuencias, fue un misterio para los estudiosos de la historia y para los cazadores de nazis. Pero historiadores del gobierno holandés dieron a conocer ayer que dos nuevas teorías acerca de quién traicionó a la chica judía de 15 años son tan precisas que se están reabriendo las investigaciones.
Durante los próximos seis meses un equipo de expertos del Instituto Holandés de Documentación de Guerra (NIWD) revisarán informes oficiales realizados al fin de la guerra, con detalles del nivel de la colaboración holandesa con los nazis. También volverán a examinar las cartas del padre de Ana, Otto, en busca de pistas, y revisarán las transcripciones policiales de entrevistas hechas en los años 40. Ni siquiera el oficial que los arrestó, interrogado tras la guerra por Simon Wiesenthal, pudo decir quién fue el que llamó y los investigadores están convencidos de que no existe un informe escrito sobre su identidad.
Prácticamente todos los involucrados con el caso murieron y muchos historiadores creían que era directamente imposible identificar a quién traicionó a la chica cuyo diario luego vendió más de 31 millones de ejemplares y la convirtió en una de las más famosas víctimas del Holocausto.
No es ésta la primera vez que surgen expectativas de resolver el misterio. Durante décadas las sospechas se centraron en un hombre llamado Willem Van Maaren, quien trabajó en la fábrica que estaba junto a la casa. Pero dos investigaciones policiales –una inmediatamente tras la guerra y otra en los 60– no llegaron a nada y Van Maaren murió en 1971 jurando inocencia.
Sin embargo, dos nuevas teorías, investigadas a fondo por dos autoras, una británica y una austríaca, y presentadas en distintos libros, han abierto expectativas y el NIWD va a investigar si alguno de los escenarios admite un escrutinio profundo.
La primera teoría, presentada por una experta británica en Ana Frank, Carol Anne Lee, en su libro La vida oculta de Otto Frank, parece haber despertado el mayor interés. El libro, dado a conocer en inglés ayer, señala a un hombre llamado Anton Ahlers, quien hizo negocios con Otto y que era un nazi reconocido.
Sostiene que Ahlers –entonces de 26 años– pasaba por una mala época para 1944 y desesperadamente necesitaba la recompensa pagada a los holandeses que delataban a judíos. Ahlers era miembro del movimiento nazi holandés NSB, apareció en propaganda nazi y fue expulsado de su casa, luego de que la dueña descubrió una bandera con una esvástica en la pared y un uniforme que tenía la insignia SS.
Fue probado fuera de toda duda, dice Lee, que Ahlers sabía dónde se escondían los Frank y que hasta su familia piensa que él es el traidor. “Su propia madre dijo que tenía mal carácter de nacimiento y que siempre estaba hablando de sus conexiones nazis”, dijo la autora. “Era un nazi holandés, un antisemita conocido. Necesitaba el dinero y necesitaba la protección de las autoridades porque su negocio estaba en bancarrota. Pienso que fue el que delató la ubicación de los Frank a la persona que hizo el llamado, ya que no creo que él personalmente lo haya hecho”. Esa persona, dice Lee, probablemente haya sido un hombre llamado Maarten Kuiper, que vivía de la delación de los judíos y que se mudó al departamento de los Ahlers el día antes del raid.
Lee también sostiene que Ahlers estaba extorsionando a Otto, primero en 1941 amenazando con dar a conocer una carta que hubiera conducido a su deportación e, increíblemente, también después de la guerra y tanrecientemente como 1980, cuando Otto murió. Ahlers había descubierto, dice Lee, que la fábrica de hierbas y conservantes de alimentos de Otto había provisto al régimen en la guerra y creía que eso sería suficiente para que lo catalogaran como colaborador.
La segunda teoría, presentada por la escritora austríaca Melissa Muller, señala a una empleada de limpieza de la fábrica, Lena Hartog, como la traidora. Lena había perdido a un hijo en la guerra, dice la teoría, y su esposo trabajaba para la empresa de Otto. Su motivo para la traición, según Muller, era que no quería perder también a su esposo, y él habría sido deportado por ayudar a los Frank si eran descubiertos.
El historiador encargado de establecer la verdad está dando el mismo peso a las dos teorías. “Vamos a hacer una comparación de las teorías y ver si podemos descartar o apoyar alguna. Tomo ambas seriamente, pero eso es diferente de decir qué es lo que sucedió.”
Lee también es cauta pero cree que el secreto de quién delató a Ana Frank está ahí para ser descubierto. “EL NIWD nunca trató de encontrar quién la traicionó, pero tienen contactos que yo no tengo y conocen cómo funcionan los archivos holandeses. Esto es muy importante y aun si no descubren quién fue, las posibilidades de hacerlo son enormes.”

* De The Guardian. Especial para Página/12.

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