Dos ex seminaristas que denunciaron en 2003 por presuntos abusos sexuales ocurridos 10 años antes a Edgardo Gabriel Storni, ya destituido como arzobispo santafesino, pidieron una indemnización de seis millones de pesos. La demanda civil fue presentada por Rubén Descalzo y Marcelo Sanvido, quienes exigen un resarcimiento por “los daños ocasionados”. Además hicieron extensivo el reclamo al Arzobispado como institución, y también contra el sacerdote Jorge Sarsotti, por ser quien estaba a cargo de la casa de retiro que el Arzobispado local tenía en Córdoba, donde se habrían producido los hechos, en 1993.

Descalzo reclama una indemnización de cinco millones de pesos y Sanvido pide un millón. El abogado patrocinante de los ex seminaristas, Mario Colussi, incorporó a la demanda civil los hechos que en su momento fueron denunciados en sede penal, y por los que la causa fue remitida a juicio.

En la presentación judicial, se afirma que “se debe comprender no sólo el daño extrapatrimonial sufrido y comprensible de pérdida de vocación y de fe, daño moral, psicológico y a la vida en relación, sino también debe tenerse en cuenta el beneficio político institucional obtenido por la Iglesia santafesina con el ocultamiento intencional de los hechos”.

El reclamo se sostiene en “el incumplimiento del contrato de educación que el Arzobispado suscribió oportunamente con los demandantes, quienes debieron abandonar sus estudios luego de que Storni intentara incurrir en abusos contra ellos”. En la ampliación presentada por los demandantes se hace referencia a una investigación realizada en 1994, en la que el arzobispo de Mendoza, José María Arancibia, habla sobre la conducta sexual de Storni.

Además se incluyen denuncias del padre José Guntern, quien había reprochado a Storni por su conducta con un ex seminarista. En tanto, Colussi agregó que “se acciona contra Sarsotti porque era el asesor espiritual de los seminaristas cuando éstos se encontraban en la casa de retiro que el Arzobispado local tenía en la localidad de Santa Rosa de Calamuchita”, Córdoba, donde se habrían producido los abusos.

En su primera presentación ante la Justicia, el letrado atribuyó al Arzobispado local “haber ocultado lo que estaba ocurriendo con la actitud de Storni hacia varios seminaristas”, perjudicando así a sus clientes. La demanda está radicada en el Juzgado Civil y Comercial Nº 3, a cargo del magistrado César Cantero. Edgardo Gabriel Storni había llegado al Arzobispado de Santa Fe el 28 de agosto de 1984, cuando se desempeñaba como obispo auxiliar.