Entre periodistas y fotógrafos, y sin realizar declaraciones, el destituido juez penal de Rufino Carlos Fraticelli visitó ayer por primera vez desde su excarcelación la tumba de su hija Natalia, asesinada en mayo de 2000 a los 14 años, y recibió críticas severas de legisladores por sus acusaciones contra Carlos Reutemann. Fraticelli llegó a las 11 al cementerio municipal, acompañado por su novia, Norma Tejedor, y tres amigos. En tanto, diputados y senadores provinciales justicialistas consideraron las acusaciones contra el ex gobernador de Santa Fe como “falsas e insustentables”.
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