Eran las cuatro y media de la madrugada de ayer. Verónica Luna jugaba en un tragamonedas en el bingo de Lomas del Mirador. De pronto, empezó a gritar. Su marido, Ramón Pérez, que estaba a metros de allí, se asustó. Cuando entendió lo que pasaba, tampoco pudo evitar el grito: la máquina acababa de marcar que Verónica había ganado 35.663.093,02 pesos. La desconfianza hizo que ambos llamaran de urgencia a un abogado, sacaran fotos de la pantalla y se aferraran durante ocho horas al artefacto para evitar que nadie cambiara semejante cifra. Motivos tenían: el bingo se niega a pagar ese monto aduciendo un error de la máquina. El matrimonio pretende cobrar todo. Hoy habrá una reunión entre Codere, Loterías y Verónica y Ramón para buscarle solución al entuerto. La pareja insiste en que iniciará una demanda judicial si no hay un arreglo satisfactorio.

No le será fácil lograrlo. La empresa española Codere dejó anoche en claro que “de la misma manera que cuando uno apuesta un peso a pleno en una ruleta, el premio es 36 veces ese peso, en una máquina electrónica está estipulado de antemano, mediante un reglamento de Loterías de la Provincia de Buenos Aires, cuánto es el máximo que se gana. Por lo tanto, es imposible que una persona gane 35 millones de pesos en una máquina. Se trató de un error, una alteración en el programa. El máximo a ganar en esa máquina, que figura incluso en el display, es de 35.000 pesos. Y por eso le ofrecimos esa cifra”.

Ramón le regaló el domingo a Verónica 20 pesos por el Día de la Madre y la invitó a jugar al bingo de Lomas del Mirador. Ramón trabaja en un locutorio, casi como una changa, ya que está desocupado. A las cuatro de la mañana, Ramón estaba en el baño cuando escuchó el grito de su mujer. Pensó que algo malo pasaba, pero lo que ocurrió fue un milagro: Verónica había puesto una ficha de 35 centavos y en la pantalla apareció la leyenda “Pago manual ganador, 35.663.093,02”. De inmediato reclamó el premio, pero los empleados del bingo le advirtieron que se trató de un error de programación. Verónica se quedó al lado de la máquina todo el resto de la noche y casi todo el día. Le sacó una foto al display, convocó a un abogado, a un escribano y siguió reclamando que le pagaran el premio.

Una fuente de Loterías esbozó ante Página/12 cuáles son los parámetros que se aplican en este caso:

- El monto de los premios figura en un convenio establecido entre dos partes: por un lado, cada bingo, de acuerdo con las máquinas que tiene, y, por otro, Loterías.

- Existen los bonus, que corresponden a premios que surgen de lo jugado, no en una máquina, sino en el total de máquinas de ese local.

- La gente de Loterías afirma que “no tiene lógica que se puedan ganar 35 millones de pesos en una máquina de un bingo del Gran Buenos Aires. Es obvio que se trata de un error”.

El bingo de Lomas de Mirador está publicitado como el más grande de América latina y la poderosa empresa que lo maneja, la española Codere, cuenta con otros 13 en la provincia de Buenos Aires. En total, se recaudan 1500 millones de pesos con los tragamonedas, de los cuales 500 van para el estado bonaerense. Héctor Luna, director general de Codere, aclaró a este diario:

- Se trató de un error técnico. La máquina dice en el frente cuánto es el máximo que se puede ganar.

- No es una máquina que adjudique bonus. Esas máquinas lo dicen explícitamente.

- La mecánica es la misma que la de la ruleta. Si uno apuesta uno, gana 36. En los tragamonedas el mecanismo es igual: de acuerdo con la apuesta, es el máximo que se puede ganar. En esa máquina, el máximo es de 35.000 pesos.

- No le podemos pagar más que eso porque sería ilegal. Es como si alguien va al cajero automático, el cajero le permite sacar mil pesos, pero le entrega 25.000. La persona sabe que eso es un error.

- Se hará un peritaje y allí se determinará qué ocurrió exactamente. Estableceremos cuánto ganó con esa jugada y si fueron cinco pesos o los 35.000 se pagará de acuerdo a lo que surja de ese peritaje.

- El resto correrá por cuenta de los abogados de las partes y de la fiscalización de Loterías.

Desde Loterías de la Provincia se confirmó que el centro de control de apuestas registró la operación de la máquina tragamonedas que arrojó el premio de 35 millones, aunque se aclaró que cualquier reclamo de los apostadores “en primera instancia debe ser respondido por la empresa y, ante una demanda, la Justicia determinará quién tiene la razón”.

Verónica y Ramón no aceptan tantas explicaciones y se mantienen en su lógica: “Si en la máquina dice que ganamos 35 millones, ganamos 35 millones”. Y punto.