En el cierre del XXI Encuentro Nacional de Mujeres de Jujuy, se leyeron ayer las conclusiones de los 48 talleres que deliberaron durante el fin de semana en esta ciudad, pero recién el viernes se va a tener un balance definitivo. Eso va a servir para encaminar las estrategias conjuntas que se llevarán a cabo durante el año, hasta la realización del nuevo encuentro. Por aclamación se decidió que la reunión del año próximo se hará en Córdoba. Como se anticipaba en las charlas previas, hubo posturas enfrentadas respecto de los temas más sensibles: despenalización del aborto y situación de Romina Tejerina. Si bien en las manifestaciones masivas, en los actos públicos, quedó claro de manera concluyente el apoyo al desarrollo de estrategias comunes para “el acceso al aborto legal, seguro y gratuito”, en algunos talleres surgió el disenso y hubo asistentes que expresaron posturas antiabortistas. Si hay disenso la postura no se aprueba, porque todo se decide por consenso.

Anoche, las organizadoras del encuentro todavía no contaban con un balance global. En ese sentido, recordaron que finalmente, por la cantidad de participantes, se armaron 15 grupos que debatieron sobre “mujer, anticoncepción y aborto” y otros tres en los que la cuestión fue cómo definir las “estrategias para el acceso al aborto legal, seguro y gratuito”. Además, en otras comisiones, entre ellas la de “salud”, se emitieron opiniones respecto de las dos cuestiones centrales, aunque no eran los temas específicos planteados en el programa.

En uno de los talleres sobre “mujer y salud”, un grupo se declaró a favor de exigir “la inmediata libertad de Romina Tejerina”, mientras que otro se manifestó “pro-vida y en contra de la muerte de Socorro Milagros, su hija”. Si bien no era el tema del taller, el disenso puso sobre la mesa un debate sordo que atravesó el XXI Encuentro Nacional. Cuando se leyó en el acto de cierre la postura del segundo de los grupos, la reprobación de la gran mayoría de las asistentes fue rotunda. Las disidencias se habían expresado el sábado, cuando unas dos mil personas marcharon alrededor de la Unidad Penitenciaria 3 para pedir la libertad de Romina, sin la adhesión de la mesa organizadora del encuentro.

Fueron todavía más estruendosos los silbidos cuando se dieron a conocer las conclusiones del taller sobre “mujer y familia”. No hubo consenso y la mayoría, sobre un total de 50 participantes, opinó que “la familia formada por un hombre y una mujer, con vocación de esposos y abierta a la procreación, es la fuerza permanente que permite a todos sus miembros perfeccionarse como personas”.

La reprobación fue tremenda, al punto que no se escuchaba la voz de la oradora. El apoyo fue a la postura de la minoría, que definió a la familia como “una construcción histórico, social y cultural cuyo ámbito de contención es de amor y placer, de educación si hay menores, de transmisión de valores, y que puede ser formada por una pareja heterosexual, una sola persona adulta o monoparental, una pareja homosexual o familias ampliadas”. En ese grupo hubo disenso sobre el aborto, en forma específica sobre “cuándo comienza la concepción”.

En la comisión de “salud y mujer”, también hubo un grupo que se declaró “en contra de la postura de luchar por un aborto legal, seguro y gratuito y en contra de la despenalización del aborto”. Algunos sectores piensan que las mesas en donde se trató el tema del aborto legal estuvieron influenciadas por la presencia de mujeres ligadas a la Iglesia Católica de Jujuy. En algunos casos, concurrieron monjas con Biblia en la mano. Eso, según algunas interpretaciones, fue un factor de peso para las jujeñas, que todavía tienen dudas sobre el tema.

La mesa organizadora, sin embargo, aclaró que para sacar conclusiones definitivas hay que analizar las posturas en todas las mesas que deliberaron sobre esos temas. “La postura a favor del aborto legal, seguro y gratuito sigue siendo mayoritaria”, sostuvo una jujeña que recorrió los talleres. Ayer, ya en el cierre del encuentro, seguían las prevenciones en los templos y edificios oficiales. El Colegio Nuestra Señora del Huerto, en San Martín y Otero, era rodeado por centenares de cadetes de la policía provincial, igual que la Casa de Gobierno, donde los custodios se habían amuchado debajo de una frondosa enredadera, para aguantar el sol, que ayer volvió a pegar a pleno.