SOCIEDAD › EL CLINICAS SIGUE EN PARO POR TIEMPO INDETERMINADO
Una asamblea decidió continuar con la medida, al considerar “insuficiente” el millón de pesos dispuesto por el Gobierno. Sólo son atendidos los pacientes internados. Ya hubo traslados.
› Por Federico Kukso
Tras una asamblea realizada en la mañana de ayer, la Asociación de Profesionales del Hospital de Clínicas y la Asociación del Personal de la Universidad de Buenos Aires (Apuba) decidieron en conjunto –apoyo de ATE mediante– la continuidad del paro por tiempo indeterminado, que había comenzado el miércoles en reclamo de un mayor presupuesto para la institución médica de la UBA y en rechazo explícito a la partida de un millón de pesos que el Gobierno ordenó para la compra de insumos de urgencia a la que consideraron “insuficiente”. Mientras tanto, el hospital se mantiene en stand by: se suspendieron las consultas programadas, los estudios y las prácticas quirúrgicas, no funcionan los consultorios externos y se detuvo toda actividad docente; únicamente se mantienen la atención de los pacientes ya internados y las guardias. Y ya hubo algunos traslados. Según pudo confirmar Página/12, a la tarde hubo una reunión en el Ministerio de Educación en la que se propuso conformar una comisión para trabajar en la elaboración de un proyecto orientado a salvar al Clínicas del hundimiento definitivo.
La asamblea comenzó alrededor de las diez de la mañana frente a la larga escalinata del hospital. Y tenía un solo objetivo: la ratificación o el levantamiento de la medida de fuerza que había comenzado el miércoles ante una “situación insostenible” de escasez de insumos médicos (y la consecuente reprogramación constante de cirugías), deficiencias en el mantenimiento y problemas de infraestructura que se vienen acumulando con los años sin que ninguna administración pudiera encontrar los medios –presupuestarios, administrativos, políticos– para resolverla. Si bien el consenso alrededor de la continuidad del paro no era total, sí había acuerdo unánime en que la partida de un millón de pesos dispuesta el miércoles tras un encuentro que mantuvo el ministro de Salud, Ginés González García, con el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, en Casa de Gobierno, era menos que escasa. Todos los presentes la consideraron un “mero parche”. Los delegados gremiales de ATE (Asociación de Trabajadores del Estado) consideraban por ejemplo que para que el hospital volviera a funcionar sería necesaria como mínimo una inversión de cien millones pesos.
Así y todo, luego de una votación dividida se resolvió continuar con el paro indeterminado hasta que el lunes a las 8 de la mañana se vuelva a convocar una nueva asamblea. No se descarta la organización de una marcha hacia el Ministerio de Educación. Médicos, no médicos y gremialistas exigieron también el compromiso por parte del Gobierno para llegar a una solución a largo plazo, para que se entable una negociación de fondo (y así normalizar la situación financiera) y para que se investigue las intervenciones anteriores “por malversación de fondos”. La decisión, tomada a eso de las 11, fue seguida por otro acto de protesta más visible al menos desde el exterior del hospital universitario: por algo más de una hora los trabajadores cortaron en forma parcial la avenida Córdoba.
Si bien en un primer momento el secretario gremial de Apuba, Jorge Anró, consideró que los trabajadores debían suspender el paro porque la partida ordenada por el Gobierno constituía un “mínimo salvataje que alcanza para salir adelante”, luego exhibió su apoyo a la medida tomada por la comisión interna del hospital.
Horas después de la ratificación del cese de actividades tuvo lugar en el Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología una reunión que convocó al secretario de Políticas Universitarias, Alberto Dibbern; al director del Hospital de Clínicas, Angel Alonso; el titular de la Asociación de Profesionales del Clínicas, Carlos Hernández, y al delegado de la Comisión Directiva de la Asociación del Personal No Docente de la Universidad de Buenos Aires (Apuba), Miguel Skandar. Allí el gobierno nacional se comprometió a garantizar el funcionamiento del hospital y se invitó a las partes a conformar una comisión participativa para elaborar un programa estratégico, de corto y mediano plazo, para recuperar la calidad y la jerarquía de sus prestaciones.
“La comisión para el salvataje del hospital a medio plazo da oxígeno a esta situación de crisis”, expresó a Página/12 Jorge Anró. “Me parece auspicioso que se conforme en un marco de consenso entre distintos actores para encontrar una solución; si no son todos parches.”
El Hospital de Clínicas no tiene un presupuesto estable. La Universidad de Buenos Aires se encarga únicamente de pagar los sueldos y el resto (infraestructura, insumos médicos, por ejemplo) es financiado con lo que se cobra a las obras sociales de los pacientes que allí se atienden. Es en este sentido lo que se denomina un “hospital de autogestión”: el paciente abona un arancel bajo por la consulta y los estudios. Y si bien no se atiende indigentes, cuando la situación económica de una persona no le permite pagar los gastos, se hace cargo un servicio de asistencia social a través del cual se le brinda atención gratuita.
La crítica situación por la que atraviesa el Hospital de Clínicas José de San Martín se agrava año tras año, al ritmo de un estado coyuntural de déficit permanente. En la década del ’70 el presupuesto se acababa en junio. De ahí en más, el hospital –que depende de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires desde 1884– funcionaba gracias a una cooperativa, disuelta hace unos años.
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