El hombre que habría matado a tiros y por encargo a Roberto Poeta, un ganadero de 25 de Mayo, en 2002, apareció ayer muerto en un calabozo de la comisaría 49, en la ciudad de Buenos Aires. La comisaría, acéfala hasta anoche, se negaba a dar información. “Debemos consultarlo con los superiores”, se justificaron. Las fuentes sólo confirmaron que Leonardo Calderón, de unos 30 años, apareció ahorcado con un trozo de frazada. Calderón debía declarar esta semana en los tribunales de Mercedes: su familia insiste en que era inocente y fuentes judiciales creen que su testimonio podía iluminar algunos puntos oscuros en la causa, en la que ya fue condenado el autor intelectual del crimen, socio de la víctima.