Cien es una cifra importante, sobre todo si mide la cantidad de puñaladas. El número, en este caso, tiene que ver con la tragedia de Mabel Alicia Romero, de 48 años, madre de dos chicos de 17 y 18 años. En el barrio porteño de Monte Castro, uno de los menos populares, al menos por su nombre, de la ciudad de Buenos Aires, la mujer fue asesinada por su ex marido, Mario Malvasio. El crimen se produjo después de una fuerte discusión derivada del reclamo del hombre para retomar la relación, algo que la mujer rechazaba de plano. Un allegado aseguró que Malvasio “estaba muy mal por la separación”. Al mismo tiempo, sostuvo que “nada hacía pensar” un desenlace semejante. El matador, que intentó suicidarse, fue detenido ayer por la policía.

El drama familiar ocurrió en una casa ubicada en Cervantes 1771, de Monte Castro, donde vivía la mujer. Malvasio, también de 48 años, fue al lugar con intención de reanudar la convivencia. La mujer se negó y luego de la discusión vinieron los golpes de puño. Trascartón, el hombre atacó a su ex mujer con una sevillana. Alicia Romero murió en el acto. Los peritos determinaron que tenía cien heridas, entre puntazos y cortes. El asesino, antes de ser detenido, intentó matarse y se hizo varios cortes en el pecho. Los policías de la Comisaría 43ª detuvieron al hombre y lo trasladaron al hospital Vélez Sarsfield en una ambulancia del SAME. Lo asistieron y está fuera de peligro.

El dueño de un kiosco lindero a la casa de la tragedia aseguró que había hablado con Malvasio minutos después del crimen: “Me contó que su mujer había tenido un accidente y que iba a buscar una ambulancia”. El comerciante sostuvo que a Malvasio lo veía “todos los días” y que “estaba muy mal por la separación. Nunca pensé que iba a llegar a algo así”. En la casa, la policía secuestró la sevillana que se habría usado en el hecho. El hombre, después de la separación, se había ido a vivir a la casa de su madre, en el mismo barrio. “Por testimonios de vecinos se supo que día por medio el hombre volvía a la casa de su ex mujer para pedirle que restablecieran la relación”, informó una fuente policial.

Un familiar de la víctima contó que el hombre, en forma obsesiva, venía a buscar a su ex pareja y eso dio lugar a continuas peleas. “La familia está en una crisis porque tienen dos hijos, de 17 y 18 años. Intervinieron los psicólogos de la policía, que fueron a asistir a los adolescentes.”