Con sólo 14 años, Michael Perham cruzó el mar. El chico británico atravesó el Atlántico en un velero de ocho metros, solo, aunque custodiado de cerca por su papá, que iba en una nave un poco más fuerte. Michael partió desde Gibraltar y durante seis semanas navegó solo y llegó al puerto de la caribeña isla Antigua, tras recorrer 3500 millas. El viaje, tanto para Michael como para su padre, estuvo marcado por el mal tiempo y los daños en el equipo, y en su diario el joven describió la soledad y los estados de ánimo, de euforia y tristeza del viaje. Su familia, si bien acompaña desinteresadamente al adolescente, expresó a través de su vocero que “éste es un momento asombroso. Michael se ha convertido en el adolescente más famoso en el mundo y en inspiración para millones de jóvenes”. El record lo tenía hasta hoy Seb Clover, otro adelantado de 15 años que realizó un viaje similar, aunque más corto, en enero de 2003, entre Tenerife y Antigua, también seguido por su papá velerista.