Pudo ser un error del capitán o una baja en el nivel del río. Lo cierto es que los pasajeros del costoso crucero “Sky Wonder” no pudieron llegar a Punta del Este, el segundo destino del itinerario, en el momento previsto. La nave quedó varada en un canal del Río de la Plata, luego de zarpar de Puerto de Buenos Aires. Tras pasar casi un día encallado, el buque retomó su marcha anoche luego de sortear el control técnico de la Prefectura Naval Argentina, rumbo a la ciudad uruguaya.

El crucero, con más de 1600 pasajeros, en su mayoría brasileños, y 569 tripulantes, pasó toda la noche del miércoles y gran parte del día de ayer encallado a ocho kilómetros del canal norte del puerto metropolitano. Todavía se desconocen las causas, pero habría influido el mal tiempo, ya que se registraron fuertes vientos del noreste, y la bajante del río. “Se abrió un sumario administrativo para averiguar si fue por impericia, una mala maniobra o falla en el sistema de gobierno” de la nave, explicó José Romero, jefe de prefectos de Puerto de Buenos Aires, en diálogo con Página/12.

Cerca de las 15.30, el equipo de Prefectura, en dos lanchas guardacostas, dos remolcadores y un helicóptero, movió el barco de 240 metros de largo y 47 mil toneladas y lo sacó del cúmulo de arena en el que había encallado. En esa tarea ayudó la crecida del río. Luego, el barco continuó viaje hasta el puerto de La Plata, donde se realizó una inspección que resultó positiva. “El sistema de propulsión, el casco y la estabilidad del barco están perfectos”, informó Romero. Esta evaluación permitió que el crucero retomara a las 19.30 su viaje hacia Punta del Este.

El crucero había partido el 15 de enero del puerto de Santos, en Brasil, y disfrutaba de su tercer día de viaje hasta que el banco de arena les impuso una pausa obligada. Nadie salió herido por el incidente, pero un pasajero de unos 50 años, que sufrió una arritmia cardíaca, tuvo que ser asistido en el Hospital Argerich. Después de recuperarse, decidió volver en avión a Brasil.

Que el buque estuviera varado en el medio del río no generó inconvenientes en el ingreso y egreso de otros barcos al puerto. Tampoco estropeó las vacaciones de los turistas brasileños, que no quisieron abandonar las comodidades del crucero.

Aunque, según la versión de la empresa, no hubo quejas, los turistas enviaron algunos mails a sus familiares, donde se quejaron por la falta de información por parte de la tripulación. Una de las pasajeras, Daniela Fecchio, de 31 años, envió un mensaje al periódico O’Globo de Brasil que decía: “Percibimos que estábamos encallados desde las 20 horas, pero no tuvimos ninguna información hasta las 23”.

De todas formas, la empresa CVC, operadora de viaje, había dispuesto 850 habitaciones de hotel en caso de que la nave no estuviera en condiciones de continuar viaje, informó Mercedes Molina, vocera de la firma. Para recompensar el estrés que generó la situación, la empresa resolvió extender un día más el crucero, que tiene una duración total de siete.