Pese a todo, Argentina es la primera de la lista. Al menos, lo es entre los países latinoamericanos en el Indice de Desarrollo Humano que elabora el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). Según el documento, Argentina –que está en el número 34 del listado general–, Chile y Uruguay son los mejor posicionados de América latina. En tanto, Noruega sigue estando en el puesto más alto y Sierra Leona ocupa el último lugar, teniendo en cuenta a los 173 países analizados.
El Indice de Desarrollo Humano considera los valores de esperanza de vida al nacer, de alfabetización de adultos, de tasas brutas de matriculación primaria, secundaria y terciaria combinadas y del Producto Bruto Interno per cápita. A partir de estos datos, se clasifica a los países en tres grupos según su nivel de desarrollo humano: alto, mediano y bajo. Sakiko Fakuda-Parr, directora del equipo que hizo el informe, consideró que “en el mundo existe un sentido de crecimiento democrático que no genera desarrollo en el ámbito del empleo, escuelas o salud”.
De acuerdo con el informe presentado ayer en Manila, basado en datos de 2000, la Argentina tiene una esperanza media de vida de 73,4 años y una tasa de alfabetización de adultos del 96,8 por ciento. También tiene buenas calificaciones en Grado de Democracia, Libertades Civiles y Derechos Políticos.
Los Estados europeos se cuentan entre los 28 primeros mientras que los 24 finales son países del Africa subsahariana. Los datos globales indican que hubo un descenso en el número de pobres, pero también un incremento de a brecha que separa a los países ricos de los que están en vías de desarrollo. La cantidad de pobres –considerados como aquellos que viven con menos de un dólar al día– se redujo de 1276 millones en 1990 a 1151 millones en 2000. Y el cinco por ciento más rico de la población tiene ingresos 114 veces superiores a los del mismo porcentaje más pobre.