Parecía que Las Dos Torres emprendían un ataque a fondo contra pobladores de la comarca de Caballito. Pero finalmente la batalla no se dio. No se trata de un nuevo capítulo de El Señor de los Anillos, sino el resultado de la audiencia de mediación por la demanda que la empresa constructora Koad, que construye dos edificios de 34 pisos en ese barrio, les inició por daños y perjuicios a dos dirigentes vecinales que luchan contra el emplazamiento indiscriminado de edificios de altura. Las partes acordaron intercambiar argumentos y realizar otra audiencia el 30 de marzo.

Gustavo Desplats, titular de la asociación Protocomuna Caballito y uno de los denunciados por la constructora, contó después de la reunión que sus representantes legales acordaron con Koad “presentarle nuestros requerimientos en quince días, con la argumentación que explica por qué la obra que lleva adelante es irregular”. La principal queja de los vecinos es que fue autorizada por el gobierno porteño sin el estudio de impacto ambiental y la audiencia pública “que son obligatorias para cualquier obra mayor a 2500 metros cuadrados de base y 10 mil metros cubiertos”. Los edificios que la empresa construye en Colpayo y Felipe Vallese tienen “7500 y 42 mil metros respectivamente”.

Las partes se volverán a reunir el 30 de marzo, en una segunda audiencia. Allí se podría definir el comienzo de un juicio civil, aunque el abogado de la empresa, Pablo Abinal, se mostró lejano a esa idea: “Nuestra idea es de acercamiento. Queremos que haya un espacio de diálogo entre nuestros representantes técnicos y los de las asociaciones. Nosotros contamos con los permisos correspondientes”.

La denuncia de Koad también afectó a Mario Oybin, dirigente de SOS Caballito y la asociación Protocomuna Caballito. Si bien para ellos apunta a declaraciones que realizaron durante una marcha que llevaron a cabo el 24 de enero frente a la obra, Abinal sostuvo que el pedido de mediación “no es ni por esa protesta ni por la opinión que ellos pueden tener sobre el impacto de las torres. Hay otras razones que nos hacen sostener que hubo hechos ilícitos”. Aunque no reveló los motivos, escudado en el acuerdo de confidencialidad que rige en el proceso de mediación.